Blogia
CAUSA ABIERTA

El turismo chino exacerba la hostilidad de los vietnamitas hacia sus vecinos

El turismo chino exacerba la hostilidad de los vietnamitas hacia sus vecinos

Pese a los beneficios económicos que reporta, el fuerte crecimiento del turismo chino en Vietnam es fuente de numerosos conflictos que exacerban la tradicional hostilidad de los vietnamitas hacia sus vecinos del norte.

Las autoridades de varias ciudades del país barajan desde el pasado julio medidas para sancionar a turistas chinos que "falten al respeto a la historia y la cultura vietnamita", según la prensa local.

El episodio más llamativo hasta el momento se ha producido en Nha Trang, una de las ciudades más afectadas, donde el Gobierno ordenó la deportación de 66 ciudadanos chinos, en su mayoría guías turísticos, por operar de manera ilegal y, según algunos medios, por difundir datos erróneos sobre la historia de Vietnam.

"Algunos han estado diciendo cosas falsas, dicen que nuestra ciudad debe ser parte de China", comenta a Efe Nguyen Huong, recepcionista de hotel en esta ciudad del centro del país.

Este destino playero, hasta hace poco refugio casi exclusivo de visitantes rusos y occidentales, ha visto cómo en el último año el turismo chino se ha multiplicado por cinco, lo que ha ocasionado frecuentes altercados y problemas de convivencia.

"Son muy maleducados y ruidosos. Algunos se niegan a pagar si no es en moneda china, aunque sea ilegal, y tengo que averiguar siempre la tasa de cambio. Prefiero no tener pasajeros chinos, tratan muy mal a los vietnamitas", protesta Pham Dinh Khanh, taxista.

Phanh Thanh Truc, subdirector de Turismo de la provincia, reconoció recientemente en el periódico ’Tuoi Tre’ (Juventud) que "un gran número de turistas chinos se comportan con muy poca educación y causan grandes molestias".

Eso es algo reconocido por las propias autoridades de Pekín, que hace un año elaboraron una lista negra de turistas groseros con el fin de mejorar su imagen en el exterior.

Vietnam recibió el año pasado una cifra récord de 1,8 millones de chinos, una cifra que se superará con creces este año, con 1,2 millones de visitantes registrados en el primer semestre, un 47 por ciento más.

El auge del turismo chino en Vietnam ha llegado en un momento de especial exaltación nacionalista y de sentimientos anti China por el conflicto que ambos países mantienen por el control de las islas Spratly y Paracel en el Mar de China Meridional.

En los últimos años, miles de vietnamitas se han manifestado en repetidas ocasiones para denunciar abusos de Pekín en aguas disputadas y para acusar al régimen comunista de Hanoi de tibieza con su vecino del norte.

"Yo creo que el Gobierno chino les paga a los turistas para que vengan aquí y terminen invadiéndonos", comenta una vendedora del mercado de Nha Trang, una opinión que también expresan algunos de sus vecinos.

Por las redes sociales vietnamitas circulan como la pólvora vídeos de turistas chinos dándose codazos para hacerse un hueco y abalanzarse con ansia sobre la comida de un buffet o fotos de un guía chino quemando billetes de dong, la divisa vietnamita.

El vídeo que más indignación ha causado es el de un grupo de chinos humillando a una vendedora callejera de plátanos en Danang, otra de las ciudades con mayor afluencia de visitantes del gigante asiático.

"China quiere tratarnos como a esa vendedora, pero si hay una guerra, estoy listo para luchar", dice el taxista Khanh, de 58 años.

Además de estos agravios, que algunos se toman como una agresión nacional, el sector turístico está teniendo dificultades para absorber una gran cantidad de visitantes con hábitos diferentes al de los turistas de otros lugares.

"Hace un año que empezaron a venir en grandes cantidades y es difícil. En nuestro hotel dejan la habitación muy sucia cuando se van y no respetan las normas", se queja la recepcionista Huong.

"Además -agrega-, son demasiado ruidosos. Cuando organizamos tours con otros viajeros, se quejan, así que tenemos que hacerlos exclusivos para chinos".

Pese a los problemas de convivencia, la joven prefiere distinguirlo de las disputas entre ambos países y dice que no debería afectar al trato con el turista porque "son cosas de los Gobiernos".
EFE

0 comentarios