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CAUSA ABIERTA

Los huevos de tortugas se venden como oro en el mercado negro de Florida, EEUU

Los huevos de tortugas se venden como oro en el mercado negro de Florida, EEUU

La anidación de las tortugas marinas está este mes en su apogeo y eso significa que cazadores furtivos como Glenn Shaw están al acecho.

El hombre de Tequesta fue capturado el primero de julio cuando robaba 107 huevos de caguama en una playa de Jupiter Island, tomándolos rápidamente antes de que la mamá tortuga regresara del océano y pudiera colocarse sobre ellos.

Shaw no dijo a los agentes de la Comisión de Conservación de los Peces y la Vida Salvaje de la Florida (FWC, por sus siglas en inglés) qué planeaba hacer con los huevos, pero es improbable que los fuera a comer. Lo más seguro es que los venda en un mercado negro que ha prosperado por años en Riviera Beach y West Palm Beach, dijo un agente de la FWC.

El mercado podría haberle pagado de $3 a $5 por huevo, y de $20 a $30 por la docena, manifestó el capitán de FWC Jeff Ardelean.

Shaw fue acusado de un delito grave de tercer grado y multado con $10,700, lo cual es $100 por huevo, dijo la portavoz de FWC Carol Lyn Parrish. Y 92 de los huevos que robó Shaw se volvieron a enterrar. Sin embargo, el mercado negro mantiene su servicio a personas de culturas que consideran a los huevos como una delicadeza.

Para estos grupos, comerlos es tan natural como los “estadounidenses que comen un pavo en el Día de Acción de Gracias”, dijo Sarah Hirsch, del Centro Caguama de la Vida Marina, en Juno Beach.

Una o dos personas son arrestadas cada año en la Florida por robo furtivo de huevos de tortuga, dijo Ardelean, aunque él estima que cada año se roban decenas de miles de huevos de los nidos – en violación de la federal Ley de Protección del Medio Ambiente.

“Cuando atrapamos a personas en la playa robando huevos, podría ser la primera vez que son agarrados, pero por lo menos lo han hecho en 10 ocasiones anteriores”, agregó Ardelean.

Antes de Shaw, el último arresto documentado por robar furtivamente huevos fue el de James McGriff en el 2014, a quien se le atrapó con 299 huevos de tortuga en Hutchinson Island, dijo Ardelean. McGriff es un infractor reincidente que cumplió tres años en una prisión federal por vender 12 huevos a un agente encubierto en el 2012 y poseer 300 huevos pre empacados para la venta.

En total, se han reportado 42 casos de robo furtivo – incluyendo el de Shaw – en la Florida desde 1980, de acuerdo con un documento de la FWC suministrado por Ardelean.

En las décadas de 1950 y 1960, era legal capturar tortugas marinas en la Florida antes de que se estableciera la Ley de Protección del Ambiente en 1970, que convirtió a las tortugas en una especie en peligro de extinción, manifestó Ardelean. Así que las familias que comían huevos de tortuga antes de que se hiciera ilegal, lo ven como parte de su cultura.

Más específicamente, las culturas caribeña y latina consideran a los huevos de tortuga como una delicadeza, dijo Hirsch, director de datos para el departamento de investigación en Caguama.

A algunas personas le gustan los huevos hervidos y sazonados con sal y pimienta, mientras que otros los colocan crudos en un vaso de cerveza y los sorben, refirió Ardelean. Los huevos crudos de tortuga supuestamente dejan un gusto “almizclado” y dan a los consumidores un sentimiento de “iluminación”, añadió. Una campaña de anuncios de la década de 1980 en México los ofrecía como un afrodisíaco.

En países de América Latina y el Caribe los huevos de tortuga se roban en grandes cantidades debido a la falta de cumplimiento de la ley, dijo David Godfrey, un director ejecutivo de la Conservación de Tortugas Marinas. Por ejemplo, las personas iban a la playa en Ostional, Costa Rica, con amigos y la familia para recoger los huevos para consumirlos con bebidas e incluso cocinarlos revueltos, de acuerdo con una información de Conservación de Tortugas Marinas.

Trabajar el mercado negro

Debido a la gran supervisión en las playas y el estricto cumplimiento de la ley, el mercado negro en la Florida ha hecho cambios a cómo realiza los robos furtivos, según Ardelean.

“Antes eran simplemente excavadores que tomaban los huevos y los vendían ellos mismos, pero ahora hay un intermediario”, dijo Ardelean. “Con más presión del cumplimiento de la ley, los distribuidores tienen personas que van a excavar los huevos por ellos”.

Este “intermediario” contrata a excavadores para que busquen los huevos, y a cambio les pagan por huevo. En junio y julio, hay un gran número de anidamientos, lo que le hace más fácil a los ladrones furtivos quedarse con los huevos.

“Los excavadores no tienen incluso que esperar 30 minutos para ver a una tortuga que pone huevos”, dijo Ardelean.

Agregó que los excavadores contratados buscan principalmente huellas de arrastre y entonces usan un palo para revisar el piso. Una vez que el palo tiene una sustancia como una yema de huevo en él, ellos buscan huevos en esa zona.

Cuando el comerciante obtiene los huevos de los intermediarios, los limpia y los vende en recipientes por docena, dijo Ardelean.  
Nuevo herald

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