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CAUSA ABIERTA

Un mundo de gente despide en Camboya a famoso analista político asesinado a tiros

Un mundo de gente despide en Camboya a famoso analista político asesinado a tiros

Decenas de miles de personas acudieron hoy en Phnom Penh a la procesión que cerró el funeral del analista político Kem Ley, asesinado el 10 de julio en lo que la gran mayoría de la sociedad camboyana considera un crimen político.

Los organizadores del funeral estiman que el número de asistentes alcanzó el millón, las autoridades no han ofrecido cifras oficiales, los medios informan de decenas de miles y la ONG local Licadho calculó que la marcha se extendió cerca de cinco kilómetros.

La procesión estuvo compuesta de motocarros o "tuk-tuk", motocicletas y otro vehículos porque estaba prohibido acompañar el cuerpo a pie, mientras que miles de personas observaron desde los márgenes de la carretera con banderas nacionales y fotografías del difunto.

Después de quince días de velatorio, el comité que gestiona el funeral de Kem Ley y su familia decidieron trasladar el cuerpo a Takeo, su provincia natal y situada a 80 kilómetros al sur de Phnom Penh, donde se construirá una tumba para honrar al activista político.

"Me siento conmocionada y aterrada (por la muerte de mi marido), la gente ha venido a su funeral a ofrecer sus respetos y condolencias, me siento muy emocionada", declaró a Efe el miércoles pasado Pou Ratana, durante uno de los actos del funeral de su marido.

Kem Ley, un popular locutor de radio, recibió dos disparos en una gasolinera de la capital y, a las pocas horas, un exsoldado y guarda forestal identificado por su familia como Oeuth Ang fue detenido y confesó el crimen.

Oeuth Ang alegó que tenía una deuda de 3.000 dólares (2.700 euros) con la víctima y fue acusado el 13 de julio en el tribunal municipal de Phnom Penh de asesinato premeditado y posesión de armas.

Tanto la viuda como la familia del presunto asesino han declarado en los medios locales que alguien ordenó la muerte del analista, que era abiertamente crítico con el Gobierno.

El monje activista But Buntenh, que se encarga de la organización del funeral, acusó al Gobierno del primer ministro Hun Sen de estar detrás del asesinato.

"El Gobierno quiere que estemos callados, quiere hacer todo lo que le apetezca y no quiere ver a la gente expresar sus preocupaciones, el asesinato muestra claramente que el Gobierno quiere presionar a los activistas", indicó este religioso.

Kem Ley había creado la red popular "Khmer for Khmer" y su recientemente fundado partido, "Grassroots Democracy Party", iba a presentar candidatos a las elecciones municipales de 2017.

Hun Sen, en el poder desde hace más de treinta años, condenó el crimen el mismo día de su ejecución y ordenó una investigación que aún no ha ofrecido resultados.

Las Naciones Unidas y numerosas ONG internacionales y locales han reclamado una investigación independiente.

Los asesinatos por motivos políticos fueron habituales en Camboya durante la década de los noventa, después la violencia se redujo y el último caso conocido se remonta a 2012.
EFE

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