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CAUSA ABIERTA

La portentosa capacidad comunicativa de las cabras

La portentosa capacidad comunicativa de las cabras

Cuando las cabras quieren comunicarse con sus dueños, utilizan una estrategia comunicativa muy parecida a la que emplean otros animales domésticos, como los caballos o los perros.

Según detalla un equipo de investigadores de la Universidad de Londres en un artículo publicado en la revista Biology Letters, las cabras se quedan mirando fijamente a los humanos durante un tiempo para llamar su atención si, por ejemplo, no pueden lidiar con una situación por si solas y reclaman su ayuda. De hecho, su comportamiento varía en función de lo que haga la persona.

Para determinarlo, unos expertos en Psicología experimental y biológica de la citada institución, coordinados por Christian Nawroth, entrenaron a un grupo de estos ovinos para que le quitaran la tapa a una caja. Cuando lo conseguían, recibían una golosina. No obstante, diseñaron el experimento de modo que en un momento dado les resultara imposible hacerlo.

Entonces, algunos científicos se situaron frente a los animales y otros les dieron la espalda. Cuando examinaron las grabaciones del ensayo, se percataron de que las cabras miraban alternativamente las cajas y a los investigadores durante unos instantes. A continuación, centraban su vista en los humanos, sobre todo en los que se encontraban observándolas, y mantenían esa postura largo tiempo. Por el contrario, dejaban de hacerlo con aquellos que nos las miraban.

Este sistema de comunicación visual ya se había observado en perros. Estos los hacen para llamar la atención de su dueño cuando, por ejemplo, no pueden alcanzar un objeto. Sin embargo, se trata de una adaptación evolutiva más compleja de lo que parece .

Se sospecha que la capacidad que poseen los perros para interpretar las intenciones de los humanos se debe a los cambios que se dieron en su cerebro durante el proceso de domesticación; para los científicos fue una sorpresa encontrar un fenómeno semejante en las cabras, unos animales que se crían desde hace unos 10.000 años en su mayor parte como ganado.

Ahora, Nawroth y sus colabores esperan que su estudio sirva para conocer mejor las capacidades cognitivas de los animales de granja y mejorar las condiciones en que estos se crían.
Imagen: Christian Nawroth / QMUL (Muy I(nteresante)

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