Chile Campeón de América al derrotar a Argentina en los penales
Argentina y Chile empataron 0-0 al finalizar los 90 minutos reglamenarios de la final de la Copa América Centenario y tuvieron que ir al alargue. Marcelo Díaz fue expulsado en el equipo trasandino y Marcos Rojo en el albiceleste, ambos en el primer tiempo. El alargue entre argentinos y chilenos se convirtió en una verdadera batalla campal durante el cual abundaron golpes de todo tipo.
El primero de los alargues tuvo una intensidad brutal y ambos equipos pudieron convertir pero los goleros ahogaron los gritos de gol. Casi al término, sin poder más, se fue Alexis Sánchez y debió entrar el ’Gato’ Silva.
Al minuto del segundo alargue Bravo literalmente voló para evitar el gol de Agüero. Casi enseguida Vargas dejó su lugar a Nico Castillo.
En los últimos minutos Argentina fue una tromba para evitar los penales mientras Chile se atrincheraba desesperadamente. El asedio de Argentina parecía insoportable pero los trasandinos aguantaron y se fueron a los penales.
El primer penal Romero se lo paró a Vidal y enseguida disparó Messi y mandó la pelota a las nubes. Nico Castillo convirtió el primero para Chile. Mascherano también convitió. Aránguiz puso el 2 a 1 para Chile y el Kun empató 2 a 2. Beausejour puso el 3 a 2 para Chile. Falló Biglia y paró Bravo. Gato Silva no perdonó y coronó campeón a Chile.
Los albicelestes salieron a jugar como debe disputarse una final. Con actitud, fútbol y una presión asfixiante, el elenco de Martino obligó a Chile a salir con envíos largos, lo que aisló del cotejo a Alexis Sánchez y Eduardo Vargas sistemáticamente durante la primera etapa.
Argentina sorteó el intenso bloque de presión de la Roja, que apeló a la infracción para cortar el juego sin ruborizarse. Así, no sorprendieron las dos tarjetas amarillas de Marcelo Díaz antes de la primera media hora. Por claras faltas sobre Messi, el eje del fútbol chileno se fue a las duchas temprano, cuando apenas corrían 28 minutos.
Los albicelestes ya habían llegado con peligro antes de esa jugada, a los 20’, cuando un horror de Medel perdiendo el balón dejó a Higuaín mano a mano con Bravo. Sin embargo, el remate del Pipita salió apenas desviado. Cuatro minutos después avisó Otamendi con un cabezazo que también pasó cerca del arco trasandino.
No obstante, Argentina no pudo aprovechar el rato de superioridad numérica que tuvo. El juego ganó en fricción y el árbitro mostró una exagerada mano dura. Primero, Heber Lopes amonestó a Messi entendiendo que simuló en el área rival, y a los 43’ expulsó a Marcos Rojo por una falta sobre Vidal que era para amonestar.
Para el complemento reacomodaron fichas los entrenadores. Mascherano retrocedió a la zaga albiceleste y Funes Mori se desplazó al lateral zurdo, mientras que del otro lado Aránguiz y Vidal tomaron una posición más central, sin que Fuenzalida se replegara. En el movimiento de piezas, fue más arriesgado Pizzi.
Ya sin la intensidad ni la presión alta de la primera etapa, ambos priorizaron el cero en el arco propio y se dedicaron a protestar cada pitazo. De fútbol, poco y nada. Chile emparejó el trámite después de un primer tiempo desfavorable, pero sin exigir a Romero hasta los 80’, cuando el arquero tapó un derechazo bajo de Vargas a la carrera.
Volvió a llegar Argentina a los 85’, cuando Agüero malogró un mano a mano definiendo muy mal. El Kun ingresó en lugar de Higuaín, de flojísimo partido. Recién a los 90’ volvió a tener ritmo el juego; Beausejour llegó al fondo por izquierda y Sánchez estuvo a punto de anotar, y Messi replicó con una apilada definida con un disparo alto.
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