López se quiso escapar en un avión antes de ir al convento
La decisión de elegir un convento de monjas y arrojar bolsos con dinero durante la madrugada hasta ahora luce inexplicable. La proximidad de José López y un sector del kirchnerismo con el obispo Rubén Di Monte no alcanza.
A la historia le faltan datos. El personaje clave es Andrés Galera, la sombra del ex secretario de Obras Públicas. Ese contador, de 61 años, es dueño de la casa de Tigre donde López se había refugiado tras una crisis familiar. Su patrimonio trepó en los últimos años a niveles insospechados gracias a la obra pública estatal, la “caja” de López.
Al igual que Lázaro Báez, Galera también incursionó en el negocio de los aviones privados. Su última compra, un Citation III, matrícula LV FVT, estaba disponible en el aeropuerto de San Fernando, la madrugada del 14 de junio, confirmaron a Clarín fuentes aeronáuticas.
Ese avión, con autonomía para llegar hasta Perú y capacidad máxima de ocho pasajeros, no estaba en cualquier lugar. Galera había elegido el hangar de Aviación Atlántico Sur SA (AASSA), de Lázaro Báez.
La decisión llamó la atención de sus “vecinos” en San Fernando porque esa empresa es la representante en Argentina de Bombardier, fabricante del Lear Jet. “Nadie entiende qué hace un Citation III en ese hangar”, coincidieron varios expertos. Galera adquirió ese avión a comienzos de 2015. Pagó cerca de US$ 2 millones, por encima del precio de mercado. “Estaba muy apurado, casi desesperado" por comprar, describió un hombre del sector aeronáutico.
Si existió un plan para escapar por San Fernando, se cayó de manera imprevista 50 minutos antes de la salida de López de su casa. A las 0:15 de la madrugada del martes, un avión sanitario registrado a nombre de la empresa Cedma SRL, un Lear Jet 25, se fue de pista unos 200 metros y obligó a cerrar el aeropuerto durante casi diez horas, pudo saber este diario de fuentes oficiales. “La otra pista cerca era el aeródromo de General Rodríguez, pero se utiliza para otro tipo de aviones y no opera de noche”, reveló un empresario que conoce la zona.
Hay más datos sospechosos. El Citation de Galera ya no está en el país. Esta semana voló a Estados Unidos por un requerimiento judicial. En ese país también descansa el otro avión del millonario constructor, un Lear Jet 31, matrícula LV-CNF. Esa aeronave estuvo guardada los últimos años en un hangar privado de Aeroparque, donde pagaba unos US$ 5 mil de alquiler. Llamativamente, en octubre del año pasado, Galera decidió trasladarlo al hangar de Báez, en San Fernando. Dos meses después, el avión partió a Estados Unidos para una revisión integral. Actualmente sigue estacionado en el taller Banyan, en Fort Lauderdale (Miami).
“Galera no tenía idea sobre aviones ni de los costos que demandan, se armó su mini flota para sacar dinero del país”, reveló a este diario un empresario que lo trató de cerca. Esa misma fuente confirmó que los controles en Aeroparque y San Fernando pueden esquivarse con escasos recursos.
La hipótesis del escape en un avión es seguida de cerca por investigadores de la AFI (la Agencia Federal de Inteligencia), aunque todavía no aterrizó en la Justicia.
El itinerario de López sigue lleno de incógnitas. La fiscal Alejandra Rodríguez pidió imágenes de los peajes y las autopistas cercanas. Falta la pericia. Tampoco hay datos de los teléfonos. Los aparatos recién llegaron el viernes a los tribunales de Comodoro Py. El fiscal Federico Delgado ya había pedido las llamadas entrantes y salientes, y las antenas. Ingresar a los celulares es más difícil. "Ni la ex SIDE ni las fuerzas de seguridad tienen la tecnología necesaria y contratar a una empresa privada cuesta 2500 dólares", contó una fuente de la investigación. En Provincia se sigue investigando una parte del escándalo. Ya se determinó que el arma de López podía disparar. Y ahora buscan datos en las cámaras de seguridad del convento. A la novela de López no le falta ningún condimento.
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