Los condones en las escuelas aumentaron el número de embarazos adolescentes en EEUU

La decisión de repartir condones en las escuelas para incentivar a los estudiantes a practicar sexo seguro y protegerse de enfermedades de transmisión sexual, parece no haber sido tan buena idea.

Kesey Buckles y Daniel Hungerman, autores del estudio publicado por la revista Social Science Research Network, se enfocaron en aquellas escuelas en Estados Unidos con programas enfocados a tener condones disponibles para los estudiantes con y sin necesidad de un asesoramiento previo. Después compararon los índices de embarazo adolescente en estas escuelas con las de otras en las que no existen programas para la repartición de condones.

Puesto que los primeros programas de este tipo se dieron en la década de los ´90, como respuesta al pánico por la epidemia de SIDA en EEUU, de acuerdo con Vox, los investigadores decidieron también comparar los índices de embarazo de estas escuelas con los de mujeres algo mayores (entre los 20 y los 24 años) para ver si existían patrones similares.

Lo que encontraron es que el acceso a los condones en los colegios ha incrementado la incidencia de embarazos adolescentes hasta en 10%.

Estos efectos son más evidentes en las escuelas que los ofrecen sin asesoramiento previo. Además, en estos mismos colegios las tasas de gonorrea entre las mujeres son mayores, hasta en 2.43 por cada 1,000.

En sus conclusiones, los investigadores proponen algunas teorías para esto, aunque no exploran la validez de ninguna.

Una de ellas es que el acceso a los condones incitaría a los adolescentes a actuar de forma más arriesgada, por ejemplo, teniendo relaciones sexuales en situaciones en las que, sin condones, no habrían tenido. Otra posibilidad es que los adolescentes no buscan mejores preservativos, como no pedir píldoras anticonceptivas a su médico porque tiene acceso a condones en el colegio.

La última teoría que proponen los investigadores, es que al implementar estos programas, los colegios hacen menos hincapié en otras acciones para la prevención de embarazos adolescentes.

Lo que falta ahora es que estos resultados llamen la atención no solo de los colegios, sino de otros investigadores y sectores para encontrar la forma de mejorar estos programas de prevención, y conseguir resultados más favorables.
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