Una española podrá recibir esperma congelado en Francia de su marido muerto
Una mujer española que quiere quedarse embarazada de su marido fallecido, y que pidió a Francia que autorizara el envío del esperma congelado a España, recibió este viernes una autorización inicial, que debe ser ratificada por la máxima autoridad administrativa, el Consejo de Estado.
El caso de Mariana González-Gómez, viuda del italiano Nicola Turri, fallecido de un cáncer el año pasado, es totalmente "excepcional", explicó en audiencia pública la relatora del Consejo de Estado francés.
En Francia la inseminación postmortem está prohibida, mientras que en España puede realizarse, en un plazo de un año tras la defunción.
"Preconizamos la exportación" del esperma a España, declaró Bretonneau. El dictamen del relator público generalmente es seguido por la justicia administrativa.
El Consejo de Estado, cuyas sentencias no admiten recurso en Francia, deberá pronunciarse en los próximos días, explicó el abogado de la ciudadana española, Jean-Pierre Chevallier.
El tiempo apremia, porque la mujer sólo dispone de un mes y medio de plazo legal para intentar la inseminación en España.
Nicola Turri había hecho congelar su esperma en 2013 antes de un tratamiento contra el cáncer que podía dejarlo estéril. Pese a superar la enfermedad, dos años después fue diagnosticado con leucemia y falleció "una hora antes" de firmar ante notario su consentimiento para la reproducción asistida, según la defensa.
Su esperma está conservado en París, ciudad en la que residía con su pareja en el momento de su muerte.
En Francia varias mujeres han recibido la negativa de la Administración al solicitar ser inseminadas con esperma de sus parejas fallecidas.
La demanda de la mujer fue inicialmente desechada, pero recurrió hasta llegar ante el Consejo de Estado.
"La decisión nos es favorable" se congratuló Jean-Pierre Chevallier, abogado de la española. Pero lo es "por circunstancias excepcionales", admitió.
Aunque el Consejo de Estado siga el consejo de la relatora, la sentencia no sentará jurisprudencia, y por ello "no invalidará la prohibición de la inseminación postmortem en vigor en Francia", indicó el letrado.
La defensa de la ciudadana española invoca el derecho a la vida privada y familial tal y como estipula la Convención Europea de Derechos Humanos.
Los abogados que representan a las administraciones involucradas declinaron intervenir tras las conclusiones de la relatora pública.
Las agencias involucradas son la Agencia de Biomedicina (que debe autorizar las exportaciones) y la Asistencia Pública de los Hospitales de París (que custodia el esperma).
La pareja intentó infructuosamente una inseminación antes de la muerte del esposo.
Mariana González-Gómez vive actualmente en España. El viernes estaba presente en la audiencia, pero declinó hacer declaraciones.
AFP
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