El llanto desconsolado de Luis Suárez

Barcelona se coronó campeón de la Copa del Rey al vencer a Sevilla 2-0 en la final en el Calderón. Luis Suárez sufrió una lesión muscular durante el segundo tiempo y lloró desconsoladamente tras abandonar el campo de juego, por lo que es duda para la Copa América.

El partido comenzó con Luis Suárez malogrando la primera situación clara; Andrés Iniesta lo habilitó notablemente y el uruguayo le erró al arco cuando enfrentó al arquero Rico a los 9’.

Nueve minutos después respondió Sevilla gracias a un jugadón de Vitolo que no pudo definir bien Coke. El volante conectó un zurdazo desviado luego de un centro de la muerte y le erró por poco.

Estaba parejo el trámite hasta que a los 36’ Mascherano tuvo que bajar a Gameiro fuera del área cuando el 9 sevillista se iba expreso al gol. El árbitro lo expulsó y el Barça empezó a padecer el partido.

Si ya era complicado el panorama para el equipo culé, que a los 4’ del segundo tiempo se salvó gracias a un desvío de Piqué ante un remate de Banega que dio en el caño, a los 11’ perdió a su goleador.

Suárez, a quien se lo veía renguear desde el comienzo del complemento, no aguantó más el dolor en el posterior de la pierna derecha y se tiró al piso. El salteño fue reemplazado por Rafinha y encendió la luz de alarma en la sanidad de la selección uruguaya pensando en la Copa América.

El elenco de Luis Enrique supo sufrir el trámite y sostuvo el resultado pensando en el alargue, hasta que el alivio llegó sobre el final, cuando la prórroga ya era casi un hecho. Banega bajó a Neymar cortando una situación clara de gol y fue expulsado, por lo que quedaron 10 contra 10.

Sostenido por la exuberante tarea defensiva de Piqué el Barcelona bancó el 0-0 y cuando tuvo la oportunidad marcó a los 7’ del alargue; Messi habilitó con maestría en largo a Jordi Alba y el lateral le ganó a Vitolo en el pique y definió cruzando su disparo para desatar la locura culé.

Poco después estuvo a punto de aumentar la diferencia el elenco blaugrana, pero Rico se agigantó ante un cabezazo de Piqué, la figura de la cancha. Sevilla empujó hasta el final pero sufrió la expulsión de Carriço a los 120’, un minuto antes del 2-0 decretado por Neymar tras otro pase preciso de Messi.