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CAUSA ABIERTA

América mira con recelo la salida de Rousseff

América mira con recelo la salida de Rousseff

Los gobiernos y los organismos internacionales presentes en el continente miran con temor la inestabilidad que podría generar en la región la suspensión de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

Michel Temer tomó potestad del gobierno después que la mandataria fuera separada de su cargo en la mañana del jueves por 180 días, mientras se lleva adelante el juicio político en su contra.

Tras conocerse la noticia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon llamó a la “calma y al diálogo”, mientras que el portavoz del gobierno de Estados Unidos, Josh Earnest, aseguró que la Casa Blanca cree en la robustez de las instituciones brasileñas para superar la crisis y que continuará “al lado” de Brasil pese a los tiempos “complejos”.

A nivel continental, las opiniones sobre lo ocurrido se dividieron en tres: quienes temen un “contagio” del “desequilibrio” político, quienes declararon su apoyo a Rousseff y quienes prefirieron acogerse a la diplomacia.

El canciller Rodolfo Nin Novoa fue uno de los primeros en advertir preocupación y manifestar que “la situación puede tener algún efecto de cambio” en la negociación que mantienen el Mercosur y la Unión Europea para un acuerdo de libre comercio. “Estamos muy preocupados por la situación, esperamos que todo transcurra dentro de los marcos institucionales”, sentenció.

En paralelo, la Unasur se mostró preocupada por la posibilidad de que las “circunstancias de inestabilidad” puedan “trasladarse de manera peligrosa a la región”. Para el secretario general del organismo, Ernesto Samper, en Brasil hay actores “que están haciendo política sin responsabilidad”.

En la misma línea, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, señaló que el juicio contra Rousseff es una decisión “dolorosa, compleja y difícil de comprender”.

En Venezuela, Nicolás Maduro demostró su apoyo a la mandataria al convocar una concentración en el centro de Caracas mientras que el jefe de la fracción opositora del Parlamento, Julio Borges, instó a Maduro a “verse reflejado en el espejo”.

Por otra parte, en una carta enviada a Rousseff, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se declaró “indignado” con el “impresentable y antidemocrático proceso” y Cuba achacó la crisis a una “contraofensiva reaccionaria del imperialismo contra los gobiernos revolucionarios y progresistas de América Latina, que amenaza la paz y la estabilidad de las naciones”.

En la misma línea, Evo Morales condenó el “atentado contra la democracia y la estabilidad económica de Brasil y la región”, mientras que con “incertidumbre” se declaró la Cancillería chilena que reafirmó su “decidido” respaldo al Estado de derecho y a las “instituciones democráticas de Brasil” y se mostró deseosa de que los brasileños puedan “resolver sus desafíos internos”.

El gobierno colombiano aseguró que “ha seguido de cerca” los acontecimientos debido a “la relevancia política y económica de Brasil”, a lo que se sumó el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, asegurando que respeta “las decisiones institucionales” de su vecino y prefiere “no interferir en cuestiones internas”.

Argentina, en paralelo, aseveró que “continuará dialogando con las autoridades constituidas a fin de seguir avanzando con el proceso de integración bilateral y regional”.

Temer indicó este jueves al asumir que “el pueblo brasileño unido podrá enfrentar los retos de este momento que es de grandes dificultades”. Sus palabras tuvieron un fuerte contenido económico y apuntó a los mercados internacionales, frente a los que aseguró que es “urgente” recuperar la imagen de Brasil.

Según anunció, la mayor parte del gabinete que lo acompañará en su gestión se inclinará hacia el centroderecha. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) tendrá el mayor peso y ocupará siete de los 24 ministerios que tendrá el nuevo gobierno, que fusionó algunas carteras para reducir el actual número de 31.
EFE

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