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CAUSA ABIERTA

"No quiero ser mamá": El testimonio de una mujer que mantiene firme su decisión de no tener hijos

"No quiero ser mamá": El testimonio de una mujer que mantiene firme su decisión de no tener hijos

“Yo soy una persona muy maternal. Y eso quizá lo heredé de mi madre, a la que admiro mucho. Es parvularia y crió a varias hijas. Ayuda a mucha gente, y cuando es el Día de la Madre o su cumpleaños, con mis hermanos nos ponemos celosos de todas las personas que llegan a saludarla.

Si hubiese sido mamá, habría tenido en ella al mejor ejemplo. Decidí no tener hijos porque creo que mis contemporáneas han basado su decisión en actos egoístas y no producto del amor. Sus justificaciones son: ‘Tengo una guagua porque ya me casé’, ‘porque estoy en pareja’, ‘porque mi amiga tiene’. Creo que las mujeres depositan demasiada esperanza en sus hijos. Los ven como un mástil para aferrarse a ellos, para creer más. Y eso me parece egoísta. Si tuviera que ser madre por obligación, porque alguien me pone una pistola en la cabeza, adoptaría.

Pero en Chile, si eres soltera, es casi imposible. Si quisiera ser madre adoptiva a mis 40 años, que no es algo que desee, no podría. Me apuntarían con el dedo, me preguntarían qué me pasa y me pondrían muchos obstáculos. En cualquier otro país no tendría cuestionamientos. He vivido en Europa y jamás pasé por una situación incómoda por no ser madre. Nunca alguien me dijo algo. Pero acá, me subo a un taxi y empieza la conversación: que si tengo hijos, y por qué no, que entonces tengo un problema, que cómo no estoy casada. Que pobrecita, te vas a quedar sola, por último ten un hijo para que te acompañe. Esos son los comentarios de la gente mayor.

La conclusión que me queda, en momentos como ése, es que yo tengo un problema para la sociedad. A mí mamá le da pena porque le hubiese encantado que yo le diera una nieta. Soy hija única del primer matrimonio de mis padres, pero luego ellos tuvieron más hijos, que son mis hermanos. Por suerte una de ellas ya está embarazada, entonces mi mamá está contenta por eso. Para mí también fue una alegría, y de hecho, cuando ella quedó esperando guagua sentí por un minuto las ganas de darle un primo. Y después dije: ‘¿Pero por qué?’. No puedo tener un hijo sólo para que sea primo de alguien. Trato de racionalizar bien mis sentimientos.

Pienso que un hijo debe nacer de un acto de amor entre dos personas. Así puede crecer un ser humano bacán y no uno de mierda. Y para eso, más que la educación perfecta, debe estar la base del amor. Cuando tenía veinte o treinta nunca existió la idea de ser mamá. Jamás pensé en tener hijos. Nunca dije: ‘Me quiero casar y tener una guagua’. Eso no existe en mi formato, y no es que no haya jugado a las muñecas cuando chica.

Nunca lo pensé, tenía otras problemáticas, me parecía más interesante crecer como un ser humano que ayuda al otro. He tenido parejas estables y hemos conversado de la paternidad, pero por fortuna casi siempre hemos estado en sintonía. Yo me siento bacán con mi pega, pero no he pospuesto mi maternidad por eso.

Tengo tiempo libre para ser madre, pero no es algo que me nace. Es penca que para minas súper pro, que quieren hacer una buena carrera profesional, sea un problema tener una guagua. ¡Y es un problema para todos! Para las empresas, para los jefes, para las isapres. Tengo amigas a las que sus jefes les han dicho: ‘No te vayái a quedar embarazada, po, no seái patuda’…
Emol

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