"Necesitan mirar al uruguayo Pepe, recomiendan en el convulsionado Brasil
“Como lección tras la derrota, el PT necesita mirar al uruguayo Pepe”, recomienda el periodista ítalo-brasileño Elio Gaspari desde las páginas del periódico Folha.
"¿Cuándo fue el que el PT (Partido Trabajador) perdió el camino a casa? Se pregunta Gaspari en su última columna publicada en el periódico paulista Folha.
Nacido en Italia en 1944 y radicado en Brasil desde niño, Gaspari es un reputado cronista sobre asuntos políticos, y autor de varios libros sobre Brasil durante la última dictadura militar.
"Talvez fue en 1997, cuando Lula llamó ‘burradas' las denuncias sobre corrupción en contratos de empresas constructoras con alcaldías de su partido. Desde entonces, Lula y la dirigencia del PT optaron por el encubrimiento y la complicidad en todos los episodios en los que la moralidad fue ofendida. Fue así con las propinas que provocaron la muerte del alcalde Celso Daniel", narra el cronista, recordando el caso del alcalde de Santo André, asesinado en 2002 en circunstancias nunca esclarecidas. Durante la investigación de su homicidio, siete testigos murieron de forma sucesiva y en circunstancias extrañas.
"Del mismo modo se procedió en el Mensalao y ahora ante el Lava jato", agrega Gaspari, enumerando los más recientes y graves casos de corrupción en el Brasil.
"Está circulando n mantra: La honorabilidad personal de Dilma Rousseff está más allá de cualquier sospecha. Es verdad, pero puede aplicarse el mismo razonamiento al general Emílio Médici", sugiere el reportero, refiriéndose al tercer presidente del gobierno militar, quien gobernó Brasil entre 1969 y 1974.
"Médici fue un hombre personalmente honrado. La ruina de su biografía provino del campo de la moral política. Él nunca le puso la mano encima a alguien, pero durante su gobierno miles de brasileños fueron torturados y más de cien fueron asesinados", recuerda.
"Para felicidad de Brasil, los crímenes de los gobernantes cambiaron de eje, y durante la administración petista, el demonio estuvo en medio del remolino de corrupción y de sus alianzas con malandrines que votaron por la destitución de la presidenta", describe.
"Dilma era ministra de Minas y Energía cuando un empresario le advirtió sobre las fechorías practicadas por la Petrobras. Ella respondió: ‘no puedo preocuparme con pequeñas ilegalidades'. Con el tiempo, dejó también de preocuparse con las grandes. Ella, Lula y el PT permanecieron neutrales respecto a la operación Lava Jato. Ese fue uno de los principales factores de la erosión de la credibilidad de los compañeros", contextualiza el reportero.
"El resultado del domingo es una derrota para Dilma, el PT y eso que llamamos izquierda ¿Cómo salir de esta?", se pregunta, para a continuación dar una respuesta no del todo concreta, pero que apunta la dirección hacia la que, según su criterio, la gobernante brasileña debería mirar.
"En los años '70, como Dilma, el uruguayo José ‘Pepe' Mujica estaba en la cárcel. En 2010 Pepe fue electo presidente. Continuó viviendo en su modesta chacra en las afueras de Montevideo, conduciendo su viejo fusca y jugando con Manuela, su perra de tres patas. Basta observar su ejemplo", concluye.
Montevideo Portal
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