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CAUSA ABIERTA

Placentofagia: ¿Sirve ingerir la placenta tras dar a luz?

Placentofagia: ¿Sirve ingerir la placenta tras dar a luz?

Como batido y encapsulada. Así ingirió su placenta Josefina Montané, luego de tener a su hija Mila, hecho que fue revelado anoche por la actriz chilena en el programa “Vértigo”, causando impacto en las redes sociales.

Con todo, esta tendencia que parece ganar hoy cada vez más adeptos, y que es conocida como “placentofagia”, no es nueva entre las mujeres que prefieren seguir una práctica que se dice milenaria, aprovechando los beneficios que este órgano tendría, por sus altos componentes en hormonas y nutrientes, como hierro y vitaminas, los que serían ideales para tener una recuperación óptima tras el parto.

De hecho, y debido a estos aportes, no es poco común que algunos animales mamíferos realicen la placentofagia. Pero, ¿es tan beneficiosa como dicen? “Existe gran cantidad de informes subjetivos de mujeres que han percibido beneficios, pero no hay ninguna investigación sistemática sobre los beneficios o riesgos de ingerir la placenta”, dijo ya el año pasado la doctora Crystal Clark, del Centro Northwestern Medicine de Chicago, en un artículo dedicado a la placentofagia para la publicación “Archives of Women's Mental Health”.

Clark se interesó en el tema cuando vio que algunas de sus pacientes le preguntaron por alternativas a los antidepresivos, cuando se presentaban casos de depresión post parto, y al investigar las opciones, se topó con varios relatos de mujeres que, como Montané, pregonaban las maravillas de la placentofagia.

“Nuestra sensación es que las mujeres que optan por la placentofagia, que pueden ser muy cuidadosas con lo que ponen en su cuerpo durante el embarazo y la lactancia, están dispuestas (después del parto) a ingerir algo sin que haya evidencias sobre sus beneficios y, lo que es más importante, sobre los riesgos potenciales para ellas y sus bebés”, agregó la doctora, con preocupación por la falta de pruebas científicas y, sobre todo, de normas que indiquen cómo se debe almacenar la placenta para que ésta no sea perjudicial para la salud de una mujer y un recién nacido.

Finalmente, y a opinión de la profesional, esta tendencia parece tener su popularidad netamente, gracias a la difusión en blogs y páginas de internet y no por divulgación científica.
Fuente Emol

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