Para Damiani "no es razonable" que la FIFA investigue
Más de 11 millones de documentos divulgados ayer demuestran de qué manera presidentes, empresarios, estrellas del deporte, celebridades crean empresas en paraísos fiscales para ocultar su patrimonio, según una investigación realizada durante un año por 107 medios de comunicación de 79 países.
Esta filtración fue luego de "un ataque informático" a Mossack Fonseca, una agencia panameña conocida por crear y administrar sociedades offshore en paraísos fiscales. Es decir, crea firmas en países en donde la compañía creada no realiza actividad económica y donde se le otorgan beneficios impositivos. Su rol central en este gigante entramado financiero llevó a que el escándalo llevara el nombre de "Los papeles de Panamá —Panamá Papers—".
Una de las firmas nombradas en estas filtraciones es la de Juan Pedro Damiani. Según los documentos internos de Mossak Fonseca, el actual presidente de Peñarol e integrante del Comité de Ética de la FIFA supuestamente mantuvo negocios con tres personas acusadas en el escándalo de corrupción del órgano rector del fútbol mundial.
Según los registros, Damiani y su despacho trabajaron para siete sociedades offshore vinculadas a Eugenio Figueredo, exvicepresidente de la FIFA, acusado de fraude y blanqueo de dinero por el FBI en Estados Unidos. Este exdirigente fue extraditado a Uruguay y en diciembre del año pasado la Justicia local lo procesó con prisión. En febrero, entregó propiedades valuadas en más de US$ 10 millones.
Las filtraciones, obtenidas por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y compartidas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), también revelan que Damiani supuestamente hizo de intermediario de una empresa registrada en Nevada (Estados Unidos) vinculada a Hugo y Mariano Jinkis, padre e hijo acusados de pagar millones de dólares en sobornos para adjudicarse derechos de televisión de eventos de la Conmebol.
En enero, Damiani fue citado a declarar en la Justicia especializada en Crimen Organizado para explicar cuáles eran los vínculos que tenía con Figueredo. Según el diario alemán Süddeutsche Zeitung, el presidente de Peñarol solo mencionó frente al juez a tres empresas offshore que ayudó a crear a Figueredo y no las siete que aparecen en los documentos filtrados y divulgados ayer.
Según señala la BBC, cadena informativa que participó en la investigación, estos documentos no muestran un comportamiento ilegal de Damiani ni de su firma. De todas formas, un vocero de la FIFA informó que iniciaron una investigación interna para conocer la relación entre el presidente aurinegro, Figueredo y los Jinkis.
El portavoz agregó que la investigación permitirá conocer si hay una "violación al código ético de la FIFA" y, de existir, evaluarán medidas futuras.
El nuevo presidente de este organismo, Gianni Infantino, ha dicho que pretende comenzar una nueva era en la institución limpiando cualquier mancha de corrupción entre sus integrantes.
Respuesta de Damiani.
Tras la filtraciones, Damiani dijo "estar sorprendido por ser el denunciante y el denunciado" y se desligó de su vínculo con el exvicepresidente de la FIFA.
"Nuestra firma no mantuvo relación comercial alguna ni realizó negocios con o para el señor Eugenio Figueredo, ni para ninguna de las demás personas mencionadas en el artículo periodístico", señaló.
El presidente aurinegro recordó las normas del Código Penal que no le permiten realizar declaraciones públicas mientras se desarrolle la investigación sobre el caso.
Dijo que si hablara podría distorsionar la investigación en curso "o que los denunciados pudieran tener elementos que no permitieran que la investigación fuera lo más eficaz posible". "Si para algo he trabajado en este tema es para que las autoridades y la Justicia puedan llegar a la verdad", aseveró.
Asimismo, recordó los pasos que dio desde 2013 ante los escándalos de corrupción en la Conmebol y la FIFA. "Puedo decirle, por ser público y notorio, que en mi calidad de presidente del Club Atlético Peñarol, no sólo impulsé la denuncia judicial de diciembre de 2013 ante el Juzgado de Crimen Organizado de mi país, sino que denuncié el caso ante el Comité de Ética de la FIFA y la Comisión de Ética de Conmebol en enero de 2014", aseguró.
Luego, agrega el presidente de Peñarol, la FIFA derivó la denuncia que hizo a la Comisión de Ética de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y este organismo luego suspendió los derechos políticos de Uruguay en el organismo continental.
Según Damiani, su accionar llevó a que desde la Conmebol "se presionara" al club que preside "y se le intimara a retirar su denuncia penal". "En caso de no hacerlo se impediría a Peñarol disputar torneos continentales y se aplicarían sanciones deportivas graves", dijo.
"Quizá sea precisamente por eso, por haber tenido el coraje de denunciar, que existan personas interesadas en dañar mi reputación y buen nombre con acusaciones tan falsas como injustas. En todo caso, quienes lo hagan deberán responder a su tiempo ante los tribunales competentes por sus calumnias", manifestó. "Parece poco razonable ser denunciante, haber sido testigo para ratificar la denuncia, y poder siquiera tener alguna vinculación con los hechos denunciados", dijo.
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