Temblor en el Cerro provocó rajaduras en varias casas

El temblor que detectó la Facultad de Ciencias y sintieron varios vecinos en el Cerro el 23 de marzo produjo rajaduras y fisuras en casas de la zona. Los investigadores no han podido determinar qué fue lo que ocurrió pero descartan que haya sido por trabajos para la regasificadora.

“Fue demasiada energía para lo que maneja la regasificadora”, dijo a Telenoche el ingeniero Enrique Latorre, investigador de la Facultad de Ciencias.

El miércoles de la semana pasada tanto la Policía como Bomberos recibieron cientos de llamadas advirtiendo de un temblor y una supuesta explosión en la zona del Cerro.

En el momento, ninguno de los dos cuerpos pudo detectar algún evento anormal. El sismógrafo de la Facultad de Ciencias sí lo detectó y al día siguiente las principales hipótesis de los investigadores apuntaban a un reacomodo de tierra debido a la intervención humana en los trabajados de la regasificadora. Sin embargo, eso fue descartado.

Más de una semana después, los expertos siguen sin saber qué fue exactamente lo que sucedió pero la hipótesis más fuerte es que se trató de una falla tectónica que provocó el temblor. “Es muy preocupante. Con un poquito más de energía se hubieran derrumbado paredes e incluso alguna casa”, señaló Latorre.

Según la información que manejan en la Facultad, el evento se habría dado en Puntas de Sayago. Los investigadores han recorrido la zona para hablar con los vecinos y lo seguirán haciendo en los próximos días para recabar más información.

El profesional explica que los recursos con los que cuentan “es muy difícil” que se pueda confirmar la hipótesis de que se trató de una falla tectónica. “No tenemos nada para refutarlo ni tampoco tenemos información para decir que fue eso. El resto de las hipótesis que tenemos hacen agua por algún lado. Podríamos confirmarlo por descarte de las demás”, señaló Latorre.

Compra de equipos. Latorre dijo que la Dirección Nacional de Minería y Geología (Dinamige) va a comprar 14 equipos que pueden registrar este tipo de eventos y a través de dos convenios, uno con la Universidad de San Pablo y otro con Antel, la Facultad de Ciencias pretende adquirir cuatro sismógrafos nuevos.

“Cerca de fin de año vamos a tener una red sismológica de 19 aparatos, lo que nos daría una muy alta precisión para registrar este tipo de eventos”, explicó Latorre.

El ingeniero recordó que se tiene registros de que en 1884 hubo un pequeño tsunami en las cercanías de Playa Pascual. En este caso, nadie detectó olas en la zona. “Tampoco había mucha gente en la costa a esa hora”, señaló.