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CAUSA ABIERTA

Síndrome Post Vacaciones: Cómo retomar las obligaciones después del relajo

Síndrome Post Vacaciones: Cómo retomar las obligaciones después del relajo

Con la llegada del mes de marzo, los días de relajo y descanso bajo el sol van quedando atrás. De regreso en la ciudad, nos empiezan a invadir las preocupaciones, la rutina y las exigencias cotidianas.

En este contexto, retomar el trabajo puede resultar difícil y, para algunos, ¡casi imposible! Adelantar futuras obligaciones, puede generar sentimientos de inseguridad y negativismo sobre nosotros mismos y lo que nos rodea; además de mal humor y una sensación de incomodidad.

Estos síntomas han sido definidos por expertos como el “Síndrome Post Vacaciones”, estrés o depresión post vacacional: un concepto que dice relación con la ansiedad o presión emocional que podemos enfrentar al readaptarnos a las tareas laborales después de un período vacacional.

Este síndrome puede acompañarse también de: cansancio, dificultad para la concentración y el rendimiento, baja tolerancia al trabajo, angustia, palpitaciones y dificultades para conciliar el sueño; entre otros.

Ahora bien, no existe acuerdo en la sociedad científica respecto de la existencia de este trastorno como tal; sin embargo, sí se considera que sería el producto de creencias negativas sobre el trabajo. Finalmente, más que una enfermedad, toda la sintomatología descrita debe considerarse más bien un proceso de adaptación.

Para evitar este síndrome y mejorar tu retorno a las obligaciones, te dejamos las siguientes recomendaciones:

    Programa tu regreso a las obligaciones con tiempo y de manera relajada, ordenada y paulatina.
    Regresa a tu trabajo de manera gradual. De ser posible, comienza por las tareas más agradables o aquellas que sean de menor intensidad. De esta forma, adaptarse a las obligaciones será mucho más fácil.
    ¡Cambia de actitud! Intenta pensar en tu trabajo como algo positivo y busca la forma de tener una actitud más proactiva en el mismo.
    En plena época laboral, aprovecha tus tiempos de descanso y comida. En ellos, encárgate de programar actividades agradables para ti; ya sea en solitario o en la compañía de familia y amigos.
    De ser posible, practica algún deporte o actividad física.
    No olvides alimentarte sanamente.
    Intenta mantener tus horas de sueño. Dormir adecuadamente te permitirá sobrellevar los esfuerzos que debas realizar durante el día.
    ¡No lleves tu trabajo a la casa! Tu hogar debe ser siempre un refugio y lugar seguro, lejos de las obligaciones laborales. Mantener un espacio para poder expresarte emocionalmente y hacer cosas que te gusten y te saquen de la rutina es sumamente importante.
    Si te abruma un listado interminable de responsabilidades, genera tu propia lista de tareas ordenadas por urgencia y prioridad. Así podrás enfrentarlas una a una.
    Si estás realmente sobrepasado, no temas en pedir ayuda.

Esperamos que todo lo anterior, te ayude en tu regreso a la rutina. El trabajo no debería ser algo negativo. La invitación final es a pensarlo como un espacio creativo, con sentido por sí mismo y digno para todo ser humano, sin importar en qué nos desempeñemos.
Emol

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