Máscaras de oro revelan claves sobre reino chino perdido en Himalaya
BEIJING (Xinhua / Uypress) — Cuando inspeccionaba una antigua tumba localizada a 4.000 metros de altura en la región de Ngari, en el Tíbet, suroeste de China, el arqueólogo Tong Tao notó que un trabajador recogía del piso un objeto arrugado y brillante.
"Lucía demasiado nuevo para la tumba de 1.800 años de antigüedad. Al principio pensé que era la envoltura de un dulce que había llegado hasta la tumba gracias al viento", recuerda Tong, quien encabeza a un equipo de arqueólogos del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias Sociales de China (ACSCh).
Sin embargo, al dar un segundo vistazo quedó sorprendido: la "envoltura del dulce" era una pequeña máscara de oro.
EMBELLECER LA MUERTE
Localizada frente al Templo de Guruyam en el distrito de Gar de la región tibetana de Ngari, la tumba es una de las excavaciones arqueológicas localizadas a mayor altitud en el mundo.
Cuando un camión que transitaba por la zona abrió un orificio frente al templo en 2006, los monjes descubrieron algunos artículos de seda, bronce y cerámica. Como creyeron que habían pertenecido a sus ancestros, los conservaron en el templo.
Los arqueólogos llegaron a excavar la tumba en 2012.
Tras sacudir el polvo, Tong se percató de que la máscara de oro era un cuadrado de 4 por 4 centímetros. Los ojos, la nariz y la boca estaban dibujados con pigmentos negro y rojo. Los pequeños orificios ubicados alrededor de la máscara indicaban que originalmente había estado cosida sobre seda.
Los análisis de laboratorio mostraron que el propietario de la tumba era un hombre de alrededor de 35 años.
Sin embargo, esa no fue la única máscara de oro descubierta en la región del Himalaya. Una máscara de tamaño real y que portaba un sombrero fue encontrada en 2009 en una tumba en el distrito Zanda de Ngari. Otra más fue hallada en un lugar cercano en 2012, justo después del descubrimiento de Tong Tao.
La tumba en Zanda fue nombrada cementerio Chuvthag, el mismo nombre que un riachuelo cercano. Data de hace 2.000 años, calculó Li Linhui, un investigador del Instituto de Protección de Reliquias Culturales del Tíbet.
"Los descubrimientos evidencian que el uso de máscaras de oro en la región el Himalaya era común", señaló Tong. Además, de acuerdo con los registros, el reino Zhangzhung gobernó la región occidental de lo que ahora es el Tíbet antes de que fuera conquistado por el reino Tubo.
Sin embargo, la mayoría de los documentos históricos que describen el reino Zhangzhung son exagerados. Los investigadores aún carecen de evidencia sólida sobre la misteriosa civilización antigua.
"Existen muchas probabilidades de que los propietarios de las máscaras de oro fueran jefes u hombres nobles de alto rango del reino Zhangzhung", indicó Tong.
"Aún no tenemos claro el propósito exacto de las máscaras de oro, pero creemos que su función básica era embellecer a los muertos", dijo Tong. "La máscara de oro es clave para estudiar la civilización de Zhangzhung".
ANTIGUAS PISTAS DE SEDA
Tong se sintió atraído por la región de Ngari escasamente poblada después de que Jin Shubo, un ex alto funcionario del Tíbet, llevó en 2009 al Instituto de Arqueología de la ACSCh algunos coloridos pedazos de seda y la fotografía de una pieza de seda que tenía caracteres chinos que significaban "marqués".
Jin relató a los arqueólogos cómo se hallaron los pedazos de seda en el cementerio de Gurugyam. Esas fueron las primeras sedas antiguas desenterradas en el Tíbet.
"A primera vista pensamos que las sedas podrían tener una antigüedad de hasta 2.000 años. ¿Pero cómo llegaron a Ngari? Nunca antes se había encontrado seda en el Tíbet, mucho menos seda antigua", dijo Tong.
Después de muchas investigaciones, notó que los patrones de las sedas eran similares a los de las sedas excavadas en Xinjiang, en el noroeste de China. Los análisis de carbono 14 indicaron que las sedas de Ngari databan de los siglos II o III.
Posteriormente, los arqueólogos extrajeron muchos objetos de bronce y madera en el cementerio de Gurugyam. Tenían similitud con las reliquias culturales de Xinjiang. Una espada de hierro era semejante a las halladas en el centro de China.
"Creemos que había una ruta, una sección de la Ruta de la Seda, que conectaba a Xinjiang y a Ngari. Las sedas y otros productos se transportaban desde el centro de China a Xinjiang y posteriormente al Tíbet en esta ruta", apuntó Tong.
Después del descubrimiento de la tercera máscara de oro, los arqueólogos decidieron que se le daría prioridad a la excavación en el cementerio de Chuvthag. Los esfuerzos fueron fructíferos porque en el 2014 hallaron cinco tumbas.
Tong esperaba hallar más máscaras de oro, pero no fue así. Sin embargo, los arqueólogos se llevaron otra gran sorpresa: descubrieron una rara cuenta dzi de piedra, a la que los tibetanos atribuían valores espirituales. Para los tibetanos, una cuenta dzi es más valiosa que las máscaras de oro.
"Otras cuentas dzi han llegado desde tiempos antiguos, pero ésta fue la primera descubierta por los arqueólogos. Por lo tanto, es de gran importancia", dijo Zhang Jianling, vicepresidente del Instituto de Investigación Arqueológica de Shaanxi y experto en el campo de la arqueología tibetana.
Los huesos del propietario de la cuenta estaban tan descompuestos que fue imposible extraer ADN. Pero otros artículos desenterrados con ella, incluidos un peine, un espejo de bronce y un brazalete, indican que la propietaria era una mujer de estatus prominente que usaba la cuenta dzi alrededor del cuello.
Estudios realizados por académicos chinos y extranjeros muestran que las cuentas dzi eran un tipo de ágata procesada artificialmente, pero se desconocen el origen de la piedra y la técnica de procesamiento.
La cuenta dzi extraída del cementerio Chuvthag podría ayudar a resolver el misterio.
CIVILIZACIÓN MISTERIOSA
Los descubrimientos revelan ciertos aspectos sobre la vida del pueblo de Zhangzhung, que vivió hace unos 1.800 años. Ellos arreglaban su cabello en numerosas trenzas pequeñas, usaban abrigos de piel, vivían en cuevas, criaban yaks, ovejas, cabras y caballos, y cultivaban cebada de la montaña.
Cuando los científicos del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia de Ciencias de China analizaron una sustancia negra hallada en recipientes encontrados en la tumba, determinaron que se trataba de té.
"Este es el té más antiguo encontrado en la meseta de Qinghai-Tíbet y uno de los más antiguos en China", dijo Tong.
Debido a que la región de Ngari carece de materias primas, se cree que las reliquias provienen de regiones vecinas y de lugares tan lejanos como Xinjiang, el centro de Asia y el norte de India. Todo ello es evidencia de los extensos contactos entre el reino de Zhangzhung y otras culturas, dijo Tong.
Aunque desapareció hace mucho tiempo, la influencia de esta antigua civilización aún se percibe en la formación y la evolución de la cultura tibetana.
Fotos: Archivo/Xinhua
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