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CAUSA ABIERTA

Venezuela vende oro para pagar la deuda

Venezuela vende oro para pagar la deuda

En medio de una situación económica definida como catastrófica por el propio presidente Maduro, Venezuela debe recurrir, ante la falta de divisas, a la venta de oro para pagar los servicios de la deuda.

Con el país al borde del abismo, fruto de la crisis económica, el presidente venezolano Nicolás Maduro solicitó a la Asamblea Nacional (Parlamento) la aprobación de un decreto de "emergencia económica", lo cual fue rechazado por la mayoría opositora surgida de las elecciones del pasado 6 de diciembre. Ante esa negativa, el Gobierno trató de recurrir a empresarios, y se vislumbra un aumento del precio de la nafta, la más barata del mundo, tratando de emitir señales para poner fin al desabastecimiento generalizado, la inflación de tres dígitos y la recesión permanente.

Si9n embargo, la salida no parece fácil, ya que se da de bruces con la realidad: la debacle del precio del petróleo, producida por un exceso de oferta y retracción de la demanda, sobre todo a partir de la desaceleración de la economía china.

En promedio, el barril de petróleo vale hoy un 70% que en junio de 2014, lo cual se torna catastrófico para Venezuela, que alcanza el 96% de sus ingresos por exportaciones del crudo, convirtiéndose así en prácticamente la única fuente de dólares. Además, el barril venezolano es aún más barato, ya que exige una mayor refinación. Es así que cerró la semana en U$S 21,63 (3 dólares menos que la semana anterior), y con un costo de producción de U$S 18,00, le deja apenas U$S 3,63 por barril para pagar deudas y mantener el país funcionando. El país exporta cerca de 2,5 millones de barriles diarios, según informe elaborado por el diario Folha de Sâo Paulo.

Venezuela, que ostenta las mayores reservas petroleras del mundo, está presionando a los otros países productores a elevar el precio, y el presidente de PDVSA sostuvo que el precio del barril debería estar en los U$S 60,00. Pero, por ahora, los grandes exportadores prefieren mantener el status quo.

El país debe pagar hasta el fin de este año U$S 9.500 millones en títulos de deuda soberana, y dentro de pocas semanas se producirá el primer vencimiento, de U$S 2.000 millones. Y acá surge un gran problema, ya que las reservas del Banco Central ascienden solamente a U$S 15.000 millones, lo que implica que si usan esos escasos dóalres para pagar la deuda, habrá menos capacidad de importar y mayor escasez de productos de primera necesidad.

Adicionalmente, y para complicar aún más la situación, la mayor parte de las reservas del Central están en oro y no en billetes, lo que obliga a Venezuela a venderlo para transformarlo en dinero.

Los medios internacionales se hacen eco de la situación generada por la deuda con la industria láctea de nuestro país, y las dificultades que tuvo Venezuela para cancelar una parte de la misma. Muchos acreedores ven en el horizonte cercano la posibilidad del default.

En tanto, Maduro parece estar apostando a una nueva fuente de endeudamiento, con China. La reducción de los subsidios a la nafta, que cuestan U$S 12.500 millones al año y el cese o merma de los envíos de petróleo a países aliados son otras de las cartas en la maga del Ejecutivo.

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