“Acabo de dispararle a mi hijo por accidente”

Se escucha un ruido inesperado en la casa. El corazón late a mil por hora. Nadie debía llegar, no al menos en ese momento. Aterrorizado por la presencia de un intruso, el hombre toma la pistola. Se aproxima lentamente al objetivo. Da un paso, otro… dispara por un impulso, en defensa. Y comienza una tragedia. Después de halar el gatillo, el tirador se da cuenta de que quien ahora yace en el suelo con una herida fatal no es un extraño: es uno de sus hijos.

La escena se repite con frecuencia en Estados Unidos.

Un padre de Ohio (en el medio oeste) sintió un ruido en el garaje de la casa este martes por la mañana.

Su hijo de 14 años se suponía estaba en la escuela. De pronto, escuchó algo extraño en el sótano, tomó su pistola y, sigilosamente, caminó hasta el lugar. “¡Boo!”, escuchó y disparó, le disparó a alguien en el cuello, pensó: era su hijo, notó a segunda vista.

“Acabo de dispararle a mi hijo por accidente”, dijo el hombre de 72 años a la operadora del 911. “Me asustó. Pensé que estaba en el colegio. Escuché un sonido y, luego, bajé las escaleras para ver. Me saltó encima. Le disparé”, cuentan los diarios que se escuchaba en la grabación.

“¡Oh, Dios! ¿Por qué no te fuiste a la escuela?”, se preguntó.

El adolescente fue trasladado al Hospital de Niños de Cincinnati. Allí falleció, según reportes de la policía.

Este miércoles, los fiscales del caso decidieron no presentar cargos contra el padre.

Otro caso similar ocurrió en Florida casi con el año nuevo. Una madre despertó a mitad de la noche con un ruido. Descargó su arma contra una sombra por temor: era su hija de 27 años, a quien también confundió con un intruso.

Pasó también en Texas, en octubre de 2015. Debora Kelly, de 48 años, fue declarada muerta luego de recibir un disparo a plena madrugada. Su esposo habría escuchado ruidos hacia el frente de la casa y vio flashes intermitentes. Pensó que alguien entraría y “¡boom!”, disparó.

En 2015, Estados Unidos se mantuvo como el país más desarrollado con el mayor índice de homicidios por arma de fuego, con 13,351 muertos y 26,944 heridos, una cifra más alta que la de 2014, según los datos del observatorio Gun Violence Archive.

Los casos reseñados en esta nota no califican en el renglón de crimen organizado como tampoco en el de ataques masivos, cada vez más frecuentes en Estados Unidos. Pero sí entran en las razones por las que el presidente Barack Obama ha buscado endurecer el acceso a las armas con mayores chequeos psiquiátricos y de antecedentes para poner fin a lo que ha catalogado como una “epidemia” de violencia.
Patricia Clarembaux @clarembaux, Univision.com