Obispo Sanguinetti desoye al Papa: "Nada de matrimonio igualitario y religión en centros públicos"
A comienzos de diciembre el Papa Francisco definió a 2016 como "El Año de la Misericordia" y argumentó que en el contexto de alta violencia que se vive a nivel mundial esta virtud es por demás necesaria.
Los obispos uruguayos ofrecieron sus mensajes navideños y, en muchos casos, la misericordia fue el tema central; pero el obispo de Canelones, Monseñor Alberto Sanguinetti hizo "un llamado realidad, a la verdad".
"Estamos envueltos en una catarata de imágenes y de opiniones, cuando no de chismes de lo que hacen los demás", señaló el obispo en el inicio de su mensaje difundido por Internet por la Conferencia Episcopal y continuó refiriéndose a ideas que, en su opinión, pretenden destruir parte de la realidad.
"El resultado es hacer violencia a la realidad, es no comprender la verdad de la existencia y el sentido de la vida y la persona humana", apuntó.
"Pongamos ejemplos: para defender derechos, se niega el derecho a la vida en el seno materno; para defender vivencias parciales, se erosiona el matrimonio natural de varón y mujer, estable y que funde una familia, procreando y educando sus hijos", afirmó Sanguinetti y resaltó: "Estamos envueltos en las tinieblas del error, del pecado, del engaño y de la pérdida de sentido". El discurso es una clara alusión a la aprobación del matrimonio igualitario.
El obispo se refirió también a la enseñanza y criticó que esté prohibido hablar de Jesús. "Tenemos una enseñanza en la que se puede hablar de cualquier ideología, se puede citar a cualquier personaje y se debe estudiar el pensamiento de muchos hombres. Sin embargo, está prohibido hablar de Jesús, comprender la verdad que comunica, aprender sus enseñanzas", escribió Sanguinetti.
Asimismo describió a la cultura como truncada y comentó que "aparece como obvio que se debe prescindir de Dios, de Jesús, de sus acciones y sus enseñanzas".
"Dicen que por respeto a los que no creen, se impone una cultura y una educación, como si Dios no existiese, como si Jesús no fuera real, como si los santos no fueran los renovadores de la vida. Se puede hablar del horóscopo pero no del Evangelio", continuó.
"Por aquí tienen que soplar nuevos vientos, para abandonar la ignorancia religiosa obligatoria y dar cabida a la realidad religiosa en la cultura y la educación, aún pública", concluyó el Monseñor.
La posición de Francisco
En el 2015, el Papa Francisco se pronunció sobre temas delicados para la Iglesia Católica. El sumo pontífice otorgó a los sacerdotes, en el mes de setiembre, el poder de "conceder a todos los sacerdotes para el Año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón".
Años antes, en 2013, a pesar de no pronunciarse a favor del matrimonio igualitario, el sumo pontífice suavizó la postura rígida de su antecesor, Benedicto XVI, con respecto a los homosexuales. "Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarle?", indicó Bergoglio.
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