Para los inmigrantes cubanos no es oro todo lo que reluce en EEUU
La llegada de inmigrantes cubanos a Estados Unidos está marcada por la soledad, la incertidumbre y muchas veces por el desamparo de encontrarse en un país ajeno.
José Lázaro, inmigrante cubano de 27 años y que lleva 5 meses en Estados Unidos, explicó a Efe que las causas de su partida "fueron las mismas" que las de todos los que vienen aquí: "por una mejora".
"El sistema no es el que más nos conviene a todos, no tenemos un gran futuro allí", matizó.
La mayoría de los cubanos llegan solos y sin familia, como es el caso de Lázaro, que dejó a toda su familia cuando partió desde Cuba, atravesando Centroamérica hasta alcanzar México, donde cruzó la frontera con Texas y se dirigió a Miami en Florida.
A lo largo de su historia, Estados Unidos ha afrontado ya varios éxodos de inmigrantes como el de 1980, durante la "crisis del Mariel", que supuso la llegada a Florida de más de 125.000 cubanos en unas 2.000 embarcaciones, o el éxodo de 1994.
Debido a esos movimientos migratorios, en ciudades como Miami surgieron organizaciones como Éxodo 94 que no quieren que estas situaciones queden en el olvido, "no tanto por las personas que llegaron, sino por los que no lo hicieron", según declaró a Efe una de sus fundadoras, Alicia García.
En la llegada de los inmigrantes cubanos a Estados Unidos las familias cuentan con un papel muy importante, ya que los acogen y ayudan.
Pero los que llegan sin vínculos parentales, "se encuentran en la calle, con unas esperas de hasta 3 meses para ser procesados, sin tener un lugar donde estar, y ahí es donde entramos nosotros", declaró la cofundadora de la organización.
Además, si las familias normalmente sirven de apoyo, cuando se acercan las fechas navideñas el sentimiento de estar solos y sin apoyo se incrementa. Es por ello que en Éxodo 94 están trabajando para que esas personas que se encuentran solas "pasen una navidad como en familia", y se sientan bienvenidos y acogidos.
"Es una fecha bastante dura, pero aquí hemos hecho una familia", declaró Lázaro.
Gran parte de los inmigrantes cubanos que buscan refugio en tierra estadounidense lo encuentran gracias a fundaciones como la de García, que les facilita los trámites y los ayuda a ubicarse en su nuevo mundo.
García añadió que "ninguno de los que han pasado por nuestras manos se ha quedado en la calle", puesto que se les ofrece un hogar transitorio hasta encontrar un lugar a donde enviarlos.
El cubano Lázaro explicó a Efe que la fundación "fue la única luz que realmente vi en el camino, porque aquí no tengo familia. Y gracias a ellos he podido encaminarme".
Los exiliados cubanos llegan la mayor parte de la veces en situaciones de extremas, sin un lugar donde quedarse, sin dinero y sin comida.
"En Miami estuve de aquí para allí hasta que logré chocar con esta agencia (Éxodo 94). (...) Yo me quedaba en la calle, muchas veces me quedaba durmiendo en el carro de un amigo, bastante trabajoso, no se lo deseo a nadie", afirmó Lázaro.
Toda esta situación tiene su origen en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, naciones que llevan declaradas enemigas durante más de 50 años.
Este cambio fue recibido de manera positiva por la sociedad cubana, aunque en la práctica no ha supuesto una mejora tangible en la economía de la isla debido a su sistema férreamente centralizado.
Ante este horizonte de incertidumbre y con temor a que las autoridades estadounidenses puedan efectuar un cambio en la política migratoria hacia Cuba, muchos cubanos, sobre todo jóvenes, decidieron abandonar el país.
EFE
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