A 41 años del asesinato de Raúl Feldman

Este 24 de diciembre se cumplen 41 años del asesinato del joven militante comunista Raúl Feldman, en la ciudad de Buenos Aires.

Raúl Feldman, "Cacho", el "Gordo", como lo llamaban sus amigos; "Diego", como era conocido en el trabajo clandestino, se había instalado en la ciudad de Buenos Aires a comienzos de 1974 con la tarea, junto a otros militantes designados por la Juventud Comunista, de organizar y encaminar el trabajo de solidaridad con la resistencia del pueblo uruguayo a la dictadura.

Diversas actividades de solidaridad con los presos políticos, contactos con organizaciones políticas y sociales argentinas, desarrollo de una infraestructura para recibir exiliados e incluso para tratar médicamente a algunas personas que pasaban clandestinas a la vecina orilla, preparación e introducción a Uruguay de material propagandístico contra la dictadura, eran algunas de las innumerables tareas que desarrollaba el núcleo de la UJC en Buenos Aires.

El Movimiento Argentino Antiimperialista de Solidaridad Latinoamericana (MAASLA) era una organización conformada por representantes de un amplio abanico político argentino, y desde ahí se desarrollaban intensas actividades solidarias con los diversos países latinoamericanos sometidos a dictaduras.

Ese centro, de funcionamiento legal, era una de las bases desde donde Raúl desarrollaba sus actividades. Diego, como era conocido por todos, era ahí uno más entre numerosos activistas solidarios, argentinos, uruguayos, chilenos, paraguayos, entre otros.

Abruptamente, el 24 de diciembre de 1974 todos supieron que Diego en realidad era Raúl, Feldman, militante de la UJC de Uruguay, que trabajaba y era estudiante de la Licenciatura en Historia de la Facultad de Humanidades y Ciencias, que previo a la dictadura había dirigido el programa radial "Domingos de Ujotacé".

En un operativo desplegado por la tristemente célebre AAA (Alianza Anticomunista Argentina), en coordinación con fuerzas represivas uruguayas, cuatro vehículos Ford Falcon llegaron al edificio de la calle Junín al 900, frente a la Facultad de Farmacia y Bioquímica e ingresaron a la oficina del MAASLA, donde Raúl se encontraba solo.

16 balazos acabaron con la vida, las esperanzas e ilusiones de un joven de apenas 26 años.

En investigaciones posteriores se pudo determinar que el operativo fue comandado por el represor Rodolfo Almirón Sena, que finalizada la dictadura había huido a España, donde hace unos años fue localizado, detenido y posteriormente extraditado a la Argentina, falleciendo en prisión a la espera de la condena.

Un Espacio Libre en su barrio, Carrasco, lleva hoy el nombre de Raúl, y en él, sus cenizas abonan nuevos florecimientos... aunque ello no alcance para compensar tanta injusticia.
UyPress