Ni programa nuclear, ni Siria: el vino en la cena es lo que divide a presidentes de Francia e Irán
La visita oficial del presidente de Irán a Francia está planeada como una oportunidad para renovar los lazos comerciales y, sobre todo, para la reconciliación.
La visita de Rohani es emblemática, es la primera vez en una década que un presidente iraní viaja a Europa después de años de aislamiento y sanciones de Occidente hacia Teherán.
Pero días antes de que el presidente Hassan Rohani ponga un pié en la capital francesa, ya habían comenzado los problemas.
Sin embargo, las desavenencias no tenían nada que ver con el programa nuclear iraní ni con la situación en Siria.
El asunto de la división: el menú de la cena en honor al mandatario iraní.
Tras el histórico acuerdo nuclear que se firmó en julio, después de años de negociaciones entre Irán y Occidente.
Pero ahora París y Teherán no pueden ponerse de acuerdo en la forma como deben celebrar la ocasión.
Oportunidad "desperdiciada"
Según informó esta semana la Radio RTL de Francia, los iraníes aparentemente rechazaron los planes para una cena formal en París con el presidente Francois Hollande.
"Estaba contemplada una comida pero se cayeron los planes", dice RTL citando "informes de fuentes en los círculos franceses e iraníes", quienes dijeron que había sido "una gran oportunidad desperdiciada".
Teherán había solicitado una comida sin alcohol al estilo halal, como es la costumbre bajo los códigos islámicos.
Pero para los franceses una comida sin carne y sin vino tinto –dice RTL– es un sacrilegio culinario y París se rehusó a abandonar las tradiciones de la República en las comidas oficiales.
Según la agencia de noticias AFP, un diplomático a cargo del protocolo en cancillería iraní declaró: "De acuerdo a los valores y enseñanzas islámicas, los funcionarios de la República Islámica no participan en ceremonias donde se sirve alcohol".
Para lograr un compromiso y evitar una disputa más grande, el palacio del Eliseo propuso un desayuno, dice RTL citando "a una fuente involucrada en la visita".
"Demasiado ordinario", respondieron los iraníes.
Así que ni cena con vino tinto, ni desayuno. Hollande recibirá a Rohani con una alfombra roja en el Palacio del Eliseo donde sostendrán su reunión el próximo martes.
El Palacio del Eliseo no ha hecho comentarios al respecto.
Oportunidades
Rohani viajará primero a Italia, el 14 de noviembre, para reunirse con el primer ministro, Matteo Renzi, el papa Francisco y empresarios italianos en Roma.
Después volará a Francia donde, además de su reunión con Hollande, hará un discurso en la Organización de Naciones Unidas para la Educación y Diversificación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Tal como informa la agencia iraní ISNA, el presidente Rohani viajará acompañado de "una gran delegación económica del sector privado iraní".
"La delegación incluye representantes de los sectores de gas, petróleo, productos alimenticios, aparatos del hogar, agricultura, agua y servicios técnicos y de ingeniería", declaró Pedram Soltani, vicepresidente de la Cámara de Comercio Iraní.
La industria francesa, aseguran los analistas, también está preparando la alfombra roja para los iraníes.
Después del acuerdo firmado en julio, bajo el cual comenzarán a retirarse las sanciones a Irán a cambio de limitar sus capacidades nucleares, tanto gobiernos como compañías europeas están deseosos de recibir a los iraníes.
Tal como informa el Gatestone Institute, un centro de estudios basado en Nueva York, "políticos y líderes empresariales europeos, como en los encierros de toros en España, se tropiezan entre sí en la carrera para asegurar la ventaja de 'la primera movida' en la economía de US$400.000 millones de Irán".
Y agrega que "la suspensión de las sanciones contra Irán, un mercado de 80 millones de consumidores (el segundo mercado más grande de Medio Oriente después de Turquía en términos de PIB) crea el potencial para oportunidades empresariales impresionantes".
BBC
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