Periodista británico visitó la Casa de Miss Bumbum

En su quinta edición, el certamen que año a año premia las mejoras colas de Brasil, presentó una novedad. Una vez cerrada la fase de votación popular y mientras las finalistas aguardan la noche en que un jurado elegirá a la ganadora, las chicas no se fueron cada una a su casa como en otras ocasiones. Esta vez fueron confinadas todas en la "Casa de Miss Bumbum".

Matt Roper, reportero del periódico londinense Daily Mail, logró ganarse una invitación para meterse como invitado en la casa en cuestión. Y además de conocer a las más rotundas posaderas del Brasil. Roper se topó con un pequeño infierno de competitividad mal entendida, puñaladas por la espalda, habladurías, zancadillas y toda clase de traiciones.

Y el problema no es nuevo. Sabrina Boin Boing, una de las competidoras, lo explica con toda claridad. "Todas nos conocimos hace cuatro meses cuando comenzó a organizarse el concurso. Ese día todas éramos amigas, pero al siguiente la amistad ya había desaparecido y era cada una para sí".

Esa actitud se tradujo en actitudes desleales y acusaciones cruzadas. De una se dice que está intentando sobornar a los jueces, de otra que hizo sesiones de estriptís online para cautva votos, einluso una de ellas se habría paseado semidesnuda en plena favela para granjearse el apoyo del vecindario.

Jennifer Camacho, otra de las finalistas, concuerda con Sabrina. "Cada chica se queda en su rincón, nadie confía en nadie", afirma.
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