La ultraderecha desafía a la izquierda en las elecciones de Viena

Los habitantes de Viena votan este domingo en unas elecciones municipales en las que la extrema derecha podría lograr su mejor resultado desde la Segunda Guerra Mundial, aupada por las reacciones a la crisis migratoria.

En estos comicios, en los que se espera una participación récord, el líder del partido ultraderechista FPÖ Heinz-Christian Strache se enfrenta al alcalde saliente Michaël Häupl, en el cargo desde hace 21 años.

La capital austríaca, de 1,8 millones de habitantes, se encuentra en manos de los socialdemócratas del SPÖ desde 1945.

Según los últimos sondeos, publicados a una semana de los comicios, el FPÖ podría obtener entre el 33,5 y el 35% de los votos. En 2010 ya obtuvo un 25,8%.

Por su lado, los sondeos le dan al SPÖ entre 36 y 37,5% en intención de voto, lo que sería su peor resultado desde la guerra. Hace cinco años, el partido tuvo el 44,3%.

"Ahora todos tienen claro, por primera vez en 70 años, que podemos ser la primera fuerza política" en Viena, estimó recientemente Strache, un ex protésico dental de 46 años.

A falta de posible socio de coalición, el FPÖ tendría pocas posibilidades de dirigir la capital austríaca incluso ganando los comicios.

Pero el suspense en torno a un posible triunfo de este partido representa ya un éxito para Strache, quien hace diez años sucedió al líder histórico Jörg Haider, fallecido en un accidente de tráfico en 2008.

El FPÖ se ha visto favorecido por la preocupación frente a la crisis de los refugiados, en un país por el que han transitado más de 200.000 migrantes desde comienzos de septiembre y donde están actualmente bajo examen 60.000 solicitudes de asilo.

Durante la campaña, el candidato del FPÖ defendió la instalación de alambradas en las fronteras nacionales, como ya ha hecho el primer ministro húngaro Viktor Orban en su país.

"Todos los propietarios lo hacen en sus casas, poner una valla alrededor de su jardín y no dejar las puertas y ventanas abiertas, para evitar a los intrusos", declaró Strache durante la campaña.

El FPÖ, que participó en una coalición de gobierno a nivel nacional en el año 2000, ha limado su discurso para evitar las expresiones abiertamente xenófobas y antisemitas, antaño su marca de fábrica. Para atraer votos, ha centrado ahora su discurso en cuestiones como el poder adquisitivo y la protección social.
AFP