De refugiados a lo antinuclear, las apuestas al Nobel de la Paz están abiertas
De la crisis migratoria a los esfuerzos contra la proliferación nuclear, son varias las pistas que los expertos analizan en el momento de pronosticar quién recibirá el viernes el Nobel de la Paz, con Angela Merkel y John Kerry entre los favoritos.
El Nobel de la Paz -el único otorgado en Oslo, los demás son anunciados en Estocolmo- es el que provoca más atención y especulaciones.
Predecir quién ganará es en gran parte un juego de azar, ya que la lista de nominados -273 este año- se mantiene secreta.
Sin embargo, varios expertos estiman que en esta edición la Academia podría recompensar a quienes trabajan para aliviar la actual crisis migratoria. Desde inicios del año, más de 630.000 personas han tenido que huir de conflictos y de la miseria en Oriente Medio y África, para buscar refugio en Europa, poniendo así a prueba la generosidad del viejo continente.
Según el director del Instituto de Investigación para la Paz en Oslo (PRIO), Kristian Berg Harpviken, la canciller alemana, Angela Merkel, es la gran favorita. "Angela Merkel es aquella que realmente tomó el liderazgo moral" sobre este asunto, afirma.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ya galardonado en 1954 y en 1981, y el cura católico eritreo Mussie Zerai, que contribuye en el rescate de migrantes que cruzan el Mediterráneo en precarias embarcaciones, figuran también entre los candidatos con más oportunidades, según Nobeliana, un colectivo de historiadores especialistas del Nobel.
Pese a las guerras y tragedias en Siria, Irak y África, el año transcurrido estuvo marcado también por importantes avances a favor de la paz.
Las grandes potencias mundiales y Teherán alcanzaron en julio un importante acuerdo que evitará que Irán desarrolle la bomba nuclear, a cambio de un levantamiento de las sanciones en su contra.
"Creo que la labor del comité Nobel (...) se volvió de repente más fácil", escribió en Twitter, tras la firma de este acuerdo, el exministro sueco de Relaciones Internacionales, Carl Bildt.
El Nobel podría ser concedido a los principales artífices de este acuerdo, los jefes de la diplomacia estadounidense John Kerry e iraní Javad Zarif, y "quizás" a la jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini o Catherine Ashton, quien la precedió en el cargo, según Peter Wallensteen, profesor de la Universidad sueca de Uppsala. Para Wallensteen, la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), podría también ser una alternativa.
- ¿Un Nobel para Colombia? -
El comité podría recompensar este año a los negociadores de paz colombianos. El mes pasado, el gobierno y las FARC dieron un paso significativo hacia el fin del conflicto armado que azota a Colombia desde hace 50 años al sellar en La Habana un acuerdo sobre la justicia transicional, un punto clave de las negociaciones. Ambas partes se han dado hasta el 23 de marzo para firmar la paz definitiva. Pero, como en el caso del acuerdo iraní, un Nobel para el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el jefe de la guerrilla, Timoleón Jiménez, 'Timochenko', podría ser "un poco prematuro", explica un miembro de Nobeliana.
Entre los demás candidatos figura el papa Francisco, por su compromiso por la justicia social y el medioambiente, y el doctor congoleño Denis Mukwege, que atienda a mujeres violadas en el este de República Democrática del Congo.
Cada edición cuenta también un número de personalidades y organizaciones rusas que luchan por conservar su independencia frente a Vladimir Putin. En la lista de este año figuran activistas como Svetlana Gannouchkina o Lioudmila Alexeeva, la ONG Memorial y Agora, y el diario Novaïa Gazeta. "El no haber dado un Nobel a un ruso comienza a parecer un pecado por omisión", estima Harpviken.
La libertad de expresión - apaleada este año con el ataque contra Charlie Hebdo el 7 de enero en París y con el atentado contra un centro cultural en marzo en Copenhague - podría también ser premiada este año. Sobre esta lucha podrían recibir el galardón el danés Flemming Rose, que publicó las caricaturas de Mahoma en el diario Jyllands-Posten en 2005, el bloguero saudí Raef Badaoui, condenado a prisión y azotado, o el estadounidense Edward Snowden.
AFP
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