Cubano procesado: "Agarré un fierro y les dije que vinieran"
Jorge Alberto Oliva Marrero (64) es cubano y está radicado en Uruguay desde hace ocho años. Es uno de los ocho procesados por la Justicia por los enfrentamientos con la policía durante el desalojo del edificio del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) el martes 22 de septiembre.
El hombre, que dice estar en Uruguay porque en Cuba se estaba "muriendo de hambre", trabajaba hace un año manejando un taxi y era participante activo del sindicato (Suatt). Ahora está desocupado desde el mes de agosto y busca trabajo.
"Este gobierno es de izquierda y es una porquería", fueron las primeras palabras de Oliva cuando se presentó ayer en El País porque, dijo, quería "dar la cara".
Al ser consultado sobre su presencia en los incidentes con la policía durante el desalojo del Codicen, alegó que "venía caminando por la calle Libertador con dos uruguayos y veo que están puestas las vallas, y ahí le pregunto a mis compañeros qué es lo que estaba pasando. Me contaron que estudiantes de Secundaria estaban ocupando el edificio del Codicen".
Según relató de Oliva Marrero, es profesor de Matemática recibido en Cuba pero no puede trabajar en Uruguay porque no tiene "papeles". El ser docente, fue uno de los principales elementos que lo llevaron a querer observar lo que estaba pasando en el Codicen.
—¿Y ahí usted se quedó durante todo el enfrentamiento?
—Sí. Me arrimé hasta ahí, fui al carrito de comidas de enfrente, estaba mirando lo que pasaba y seguí consultándole a la gente lo que estaba sucediendo. Cuando me contaron que la Policía quería desalojar a los estudiantes que estaban ocupando el edificio, dije: ¡estos son fascistas! Y me metí en el lío.
—¿Y qué hizo?
—Fui hasta la puerta donde la gente se estaba dando con los policías y entonces los de la (Guardia) Republicana aparecieron desde el estacionamiento del costado, del Banco de Seguros del Estado. Yo estaba en esa misma vereda cuando se nos vinieron arriba y les dije: ¡Ustedes a mí no me van a hacer nada! En ese momento me sonaron (pegaron) terrible palo aquí —señalándose la rodilla—.
Oliva aseguró que luego de ese momento quiso sacarle un palo a un policía que se le había caído en el piso. "El palo del policía salió rodando, y en ese momento yo le caí atrás para agarrarlo, me lo quería llevar, pero se me vino otro (policía) arriba y me aparté porque me iban a dar de nuevo", indicó.
Luego, en coincidencia con lo que publicó El País en su edición del miércoles 23, dijo que le sacó el escudo a un policía.
—¿Para qué quería usted el escudo?
—Para romperlo, lo di como tres veces contra el piso y no se podía romper, entonces lo usamos con una muchacha para subir de nuevo (adonde se estaban dando los incidentes).
—A usted se lo observó con un palo también.
—Sí, es verdad, agarré un fierro así —hace señas con las manos para mostrar el largo del mismo—, lo saqué del parque (Plaza Fabini) que tenía unas cadenas de plástico y con eso les dije que se me vinieran, pero ninguno vino. También les metí piedras por todos lados.
El hombre de procedencia cubana, que se define anarquista, relató que después se fue a la Facultad de Ciencias Sociales con otros estudiantes, pero lo sacaron porque él no pertenecía a ese centro estudiantil.
Jorge Oliva llegó a Uruguay el 25 de octubre de 2007 y antes estuvo de paso por Nicaragua siete meses. En el diálogo con El País contó cómo fue detenido por "hombres de particular" en las inmediaciones de la Torre Ejecutiva el pasado lunes. "Iba caminando, estaba por Plaza Independencia cuando de repente vinieron dos hombres de particular y me dijeron que estaba detenido, a lo que yo le pregunté por qué", relató. En ese momento, según su versión, los hombres no mediaron más palabras con él y se lo llevaron detenido.
"Ahí me metieron en un auto blanco, esposado y me llevaron para un lugar que decía D.N.I.I (Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia), cuando llegué me quitaron las esposas y me dejaron contra una columna", dijo Oliva.
"Después vinieron unos tipos con pasamontañas y me llevaron al juzgado de Bartolomé Mitre, me desnudaron, me metieron en un pasillo, me pidieron que me agachara y que tosiera. Me volví a vestir y me llevaron con la fiscal, me hicieron reconocerme en un video". Luego de esta instancia, Oliva fue comunicado de su procesamiento sin prisión y la obligación de prestar 200 horas de servicio comunitario a partir del próximo lunes.
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