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CAUSA ABIERTA

Batlle y Sanguinetti retornan a la primera línea de un diezmado Partido Colorado con la idea de sacar a Uruguay del “precipicio”

Batlle y Sanguinetti retornan a la primera línea de un diezmado Partido Colorado con la idea de sacar a Uruguay del “precipicio”

                   escribe Daniel Lema
                    “Es un dúo perfecto”. Con su pícara sonrisa, el ex presidente Jorge Batlle describió en una frase la actual relación que tiene con su correligionario, el también ex mandatario Julio María Sanguinetti. “Somos diferentes” pero “nos complementamos”, agregó con Sanguinetti sentado a su lado en un cómodo sillón del estudio de El País TV el martes 8. Era la primera vez que, en más de medio siglo de militar en el Partido Colorado, eran entrevistados juntos. Sanguinetti, en tanto, apeló a una imagen futbolística: “Somos una pareja de backs”.

                    La entrevista se realizó un rato antes de que ambos ex presidentes fueran recibidos por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) colorado. Allí, junto a parte de los miembros de sus gabinetes cuando encabezaron el Poder Ejecutivo, Batlle y Sanguinetti presentaron Ateneo Libre, un espacio de reflexión sobre los temas del país.

                    Batlle y Sanguinetti venían conversando desde tiempo atrás sobre temas de actualidad, y no solo de la situación del Partido Colorado. Finalmente, Batlle planteó crear un espacio de reflexión y Sanguinetti le puso nombre: Ateneo Libre. Resolvieron realizar una reunión en la casa de Sanguinetti a la que asistieron varios ex jerarcas de sus gobiernos. En la reunión ambos ex presidentes aclararon que no pretendían crear un espacio político dentro del Partido Colorado. “Vamos a apoyar a los que están pero vamos a opinar”, dijeron los ex presidentes según un ex ministro que participó del encuentro.

                    Diez días antes de la actividad Sanguinetti se comunicó con Pedro Bordaberry para informarle sobre el tema. En la charla, le aclaró “especialmente” que Ateneo Libre no es un espacio electoral, sino un “aporte en un momento difícil para el partido”, comentó Bordaberry a Búsqueda.

                    “Es bueno que mucha gente trabaje para el partido, desde el lugar que sea. Si eso puede llamarse política activa o no, no lo sé. Sí sé qué fue lo que me dijo el doctor Sanguinetti, que fue bien claro. Creo que los dos ex presidentes de tanto en tanto hacen declaraciones y son consultados por todos, incluso a veces por mí, como creo corresponde”, agregó.

                    Antes de ir al CEN colorado, Sanguinetti dijo en televisión que no van a “competir con nadie” y aseguró que no serán candidatos en las próximas elecciones. “Somos el partido del Estado y asistimos a un proceso de vaciamiento del Estado democrático y liberal”, afirmó. “El país marcha hacia el precipicio, se aleja de realidad”, complementó Batlle, y criticó en especial al PIT-CNT.

                    “Obligación moral”. “Esto es un lujo, acá hay dos grandes gabinetes”, dijo Sanguinetti en la sesión del CEN. A su lado, además de Batlle, estaban, entre otros, los ex ministros de Economía Alejandro Atchugarry, Alberto Bensión e Isaac Alfie, el ex ministro de Transporte Lucio Cáceres, el ex presidente del Banco Central Julio de Brum, el ex ministro de Ganadería Martín Aguirrezabala, el ex director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto Ariel Davrieux, el ex canciller Didier Opertti, el ex asesor presidencial Carlos Ramela, y el ex representante financiero del gobierno uruguayo en Estados Unidos Carlos Sténeri.

                    “Estas circunstancias nos deben alegrar a todos. No hay otro partido que tenga dos ex presidentes activos, con la lucidez para aportar”, dijo el secretario general colorado, Germán Cardoso.

                    “Venimos a expresar nuestra voluntad y ganas de participar en lo que el Comité entienda que debamos participar. Hoy más que nunca debemos hacerlo (…). El país hoy asiste a serios problemas. Un problema institucional político de nuestra democracia liberal, que está siendo vaciada por los gremialismos corporativos que nos están imponiendo en el país una autoridad que no es aquella que eligió el pueblo para gobernar. Estamos viviendo una fuerte fractura social que se expresa en la inseguridad y tantos otros elementos. Estamos viviendo una crisis educativa que está en el núcleo esencial de todo lo que es el mundo de hoy y las perspectivas de futuro. Estamos viviendo la confusión del partido de gobierno en la inserción internacional del país”, relató Sanguinetti.

                    El dos veces presidente se mostró orgulloso porque “hoy todos quieren ser batllistas”, lo que demuestra la “acción centenaria” del Partido Colorado. Por eso enumeró leyes como la ley de ocho horas, las escuelas de tiempo completo, los Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF) o las asignaciones familiares.

                    Aseguró que los colorados se distinguen por su “convicción democrática”. “Por eso no podemos aceptar que se diga que Cuba o Venezuela son una democracia, porque no lo son (…). Del mismo modo no podemos aceptar que se piensen las políticas sociales como un instrumento para igualar hacia abajo. La esencia de nuestro partido es igualar hacia arriba”.

                    Batlle, en tanto, dijo que con Sanguinetti cumplen con las “obligaciones” que tienen con el país y el Partido Colorado.

                    “¿Qué estamos sintiendo nosotros? Estamos sintiendo que vivimos una situación social en Uruguay muy seria. Yo diría que es de las situaciones sociales más difíciles que Uruguay ha vivido desde hace muchísimos años”, dijo. Recordó que la crisis que tuvo Sanguinetti en su primer gobierno (1985-1990) fue un problema con los bancos. “Y fue resuelta en silencio”, dijo. “Luego tuvimos la nuestra, que la pudimos superar porque tenía un equipo que era como el Nacional del 40 o el Peñarol de Spencer, Joya y Rocha”. En ese caso, afirmó, la crisis fue financiera.



                    “El problema que estamos viviendo hoy es de toda la sociedad uruguaya. Y lo que compartimos todos los que estamos acá es la enorme preocupación que tenemos todos nosotros por el devenir del país. Acá hay un problema muy serio. Le va a ser muy difícil a este país encarar y resolver con esta fuerza política la inseguridad; la desestructuración definitiva de la educación primaria; lo que pasa con el aislamiento, que en Uruguay es suicida. Lo del TISA es el prolegómeno de otros aislamientos”.

                    “El país se detiene y se atrasa, con un problema de falta de diálogo, con un problema de un enfrentamiento que no tiene sentido en un mundo que ha superado todas esas etapas. Eso es lo que más nos motiva a nosotros a estar hoy, tenemos una obligación moral con el país, desde el partido”, afirmó.

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