Miles de personas se manifiestan en Europa a favor de acoger refugiados
Miles de personas se manifestaban este sábado en Londres y Copenhague, entre otras ciudades europeas, para reclamar una política de acogida de refugiados más generosa, constató AFP.
Al son de silbatos y tambores, los manifestantes en Londres agitaban pancartas en las que se leía: "Los inmigrantes no son chivos expiatorios" o "La vida de los refugiados cuenta", mientras marchaban cerca de Hyde Park hacia la oficina del primer ministro, el conservador David Cameron.
La manifestación cuenta con el apoyo de diversas asociaciones caritativas y organizaciones no gubernamentales, entre ellas Amnistía Internacional y ’Stop the war coalition’.
El líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn, recién elegido este sábado, se une a la marcha.
Cameron anunció recientemente la acogida de 20.000 refugiados sirios a lo largo de cinco años. "Esta manifestación pretende demostrar que el gobierno se equivoca (...) Veinte mil refugiados sólo es patético", aseguró Dusan Petkovic, un manifestante. "También queremos dar la bienvenida a los refugiados".
Por su parte, unas 30.000 personas se manifestaban este sábado en Copenhague, según una estimación de la policía. "Todo se está desarrollando con orden y calma (...) Cuídense unos a otros", escribió la policía en Twitter, en momentos en que Dinamarca decidió volver más restrictiva su legislación en materia de inmigración.
De Londres a Berlín, miles de personas se manifiestan, mientras que en el este, el líder populista húngaro Viktor Orban, aboga por una ayuda masiva a los países vecinos de Siria para frenar la migración a Europa.
"Es el momento de denunciar las fronteras asesinas que fueron erigidas en nuestro nombre", declararon los organizadores de este ’Día europeo de acción por los refugiados’, que cuenta con el respaldo de varias asociaciones y oenegés, como Amnistía Internacional (AI), y que tiene lugar dos días antes de la cumbre extraordinaria de ministros del Interior de la UE sobre la crisis migratoria.
Paralelamente, se anunciaron manifestaciones contra la acogida de inmigrantes en Polonia, República Checa y Eslovaquia principalmente, en una muestra de la profunda división que provoca este asunto en el continente.
El sábado, el húngaro Orban, partidario de una línea dura contra los inmigrantes, se pronunció a favor de un plan de ayuda de 3.000 millones de euros para los países vecinos de Siria -Turquía, Líbano, Jordania- que albergan por sí solos a cuatro millones de refugiados, para tratar de resolver la crisis. Hungría, que afirma que más de 180.000 inmigrantes han cruzado sus fronteras, espera bloquear el paso de los refugiados a partir del 15 de septiembre gracias a una doble alambrada en su frontera con Serbia.
- Cinismo -
"Si hace falta más dinero aumentaremos la ayuda, hasta que el flujo de inmigrantes se agote", dijo Orban al diario alemán Bild. Según él, "los inmigrantes no vienen de zonas en guerra, sino de campamentos" situados en países fronterizos donde estaban "seguros". Sus declaraciones fueron rechazados por ser "extremadamente cínicas" por la encargada de cuestiones de integración del Gobierno alemán, Aydan Özoguz.
Por su parte, el canciller austríaco, Werner Faymann, reprendió duramente a Orban al considerar que el trato que Hungría daba a los refugiados que atraviesan su país podría compararse con el período nazi.
"Encerrar amontonados a los refugiados en los trenes con la esperanza de que se vayan muy lejos despierta el recuerdo del periodo más sombrío de nuestro continente", juzgó Faymann en el semanario alemán Der Spiegel. Viktor Orban "lleva a cabo deliberadamente una política de disuasión", agregó.
En Alemania, solo en la noche del viernes 1.675 personas llegaron a la estación de Múnich entre medianoche y las seis de la mañana de este sábado, según la policía regional. El viernes, 5.821 migrantes llegaron a la capital de Baviera.
Con todo, Berlín no consiguió convencer el viernes a Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría de la necesidad de "solidaridad europea" frente a la crisis migratoria, considerada como el "mayor desafío de la historia de la UE" por el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Franck-Walter Steinmeier.
- Probar suerte -
En los pasos fronterizos, como entre Serbia y Hungría, el aflujo de inmigrantes aumentó desde que Berlín anunciara, el mes pasado, que iba a aliviar sus condiciones de acogida para los sirios.
Cubriéndose con bolsas de basura para protegerse de la lluvia cerca de un autobús cuyo destino desconocen, paquistaníes con quienes habló AFP en la frontera serbo-húngara, cerca de Röszke, admitían que habían probado suerte tras haber visto imágenes de otros migrantes que habían finalizado su viaje con éxito.
"Vimos por televisión que otra gente había conseguido llegar a Europa, sabemos que es muy complicado tener visados", confió un hombre de rostro esquelético, con un viejo maletín en mano.
Más de 430.000 inmigrantes y refugiados atravesaron el Mediterráneo desde enero, y cerca de 2.748 fallecieron o desaparecieron en el intento, según la Organización Mundial para las Migraciones (OIM).
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