La tradición de asilo de Francia se resquebraja por la crisis
Hace casi 40 años, Soko Phay huyó con sus padres de Camboya hacia Francia, donde fue recibida "con una generosidad extraordinaria", pero desde entonces el país "ha cambiado, para peor", lamenta esta mujer, en un momento en que Europa vive una crisis migratoria inédita en 70 años.
Francia, que durante mucho tiempo fue el primer país de asilo en Europa, estaba sólo en cuarto lugar por las solicitudes de asilo en 2014. Registró además una leve baja de las solicitudes el año pasado, al contrario que sus vecinos (+44% como media en la Unión Europea).
Las condiciones de acogida también se degradaron. Para 65.000 solicitantes, existen menos de 30.000 plazas en estructuras de albergue adaptadas y el plazo de obtención del estatuto de refugiado se ha alargado.
Cuando lee los testimonios de exiliados sirios, Soko Phay recuerda su llegada a París en 1976, a los 7 años de edad. "Quizá tenía una mirada de niña, pero tengo recuerdos de una actitud bondadosa" de los franceses. Hoy, constata con "tristeza" un "repliegue nacionalista" en su país de adopción.
En efecto, en Francia los tiempos parecen poco propicios a la generosidad. Con el telón de fondo de la crisis económica y un desempleo de 10%, la sociedad francesa se ha replegado sobre sí misma. En 2009, 46% de los franceses estaban de acuerdo con la afirmación "hay demasiados extranjeros en Francia". En 2013, esa proporción alcanzó el 75%, según el CNCDH, organismo consultivo sobre los derechos humanos.
Con su discurso contra los inmigrantes, el ultraderechista Frente Nacional (FN) tiene cada vez mejores resultados electorales. Y la derecha conservadora adopta cada vez más ese discurso. El expresidente Nicolas Sarkozy comparó los inmigrantes a un "escape de agua".
Y sin embargo Francia tiene una larga tradición de asilo. Ya en 1793 inscribió en su Constitución el deber de dar "asilo a los extranjeros desterrados de su patria por la causa de la libertad". De 1975 a 1985, Francia acogió a 110.000 ’boat-people’ que habían huido de Camboya o de Vietnam. En 1939, recibió a cerca de un millón de republicanos españoles que huían del franquismo. Después del golpe de estado de Augusto Pinochet en 1973, dio asilo a cerca de 15.000 chilenos.
Pero desde 2011, solamente 7.000 sirios obtuvieron protección en Francia, cuando cuatro millones de ellos salieron de su país.
"La acogida de los refugiados es nuestro ADN", afirma Pierre Henry, director de la asociación France Terre d’Asile, quien lamenta que hoy Francia "se sitúa en el medio del pelotón europeo en materia de acogida y no es una voz fuerte al respecto".
En una calle de París, Abas, un sudanés, declara a AFP que no imaginó nunca a Francia así. "Nos tratan como a perros", dice.
- País de inmigración más que de asilo -
En cambio, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, sostiene en un artículo publicado este miércoles que su gobierno hizo su deber al respecto, ya que decidió en junio crear 10.000 plazas de albergue suplementarias e hizo adoptar una ley para acelerar los procedimientos.
Medidas que las asociaciones humanitarias consideran insuficientes, pero que la oposición de derecha califica de intolerables invocando el riesgo de que inciten a otros inmigrantes a venir al país.
El debate al respecto ha tomado un sesgo "irracional", estima Pascal Brice, director general de la Ofpra, el organismo francés que examina las solicitudes de asilo. "Para unos somos demasiado atractivos, para otros ya no somos una tierra de asilo. Todo esto es excesivo", dice.
Francia sigue siendo un "país de acogida importante", aunque menos que Alemania, que espera recibir este año 800.000 solicitudes de asilo, señala, recordando que son pocos los sirios, iraquíes o somalíes que piden refugio en Francia, a la que consideran un país de tránsito.
"Contrariamente al lugar común", Francia es más un "país de inmigración" que una "tierra de asilo", afirma el demógrafo François Héran, recordando que un cuarto de la población francesa tiene orígenes extranjeros y que el flujo de inmigración es de unas "200.000 entradas anuales".
AFP
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