Decenas de miles de japoneses protestan contra la nueva legislación militar
Decenas de miles de personas se manifestaron ante el parlamento japonés el domingo para protestar contra un polémico paquete legislativo que permitirá entrar en combate a las tropas de esta nación, oficialmente pacífica desde la Segunda Guerra Mundial.
Un número creciente de manifestantes, entre ellos muchos estudiantes universitarios y jóvenes familias, se unieron a la protesta para denunciar la controvertida legislación, mientras el partido gubernamental del primer ministro, Shinzo Abe, se prepara para aprobarla definitivamente antes del fin de la legislatura, a finales de septiembre.
Con pancartas que rezaban "No a la guerra", "Paz y no guerra" o "Detengan las leyes de seguridad", los manifestantes ocuparon la calle frente a la Dieta (parlamento). Un cartel gigantesco portado por la multitud advertía de que "Abe debe dar marcha atrás".
La nueva legislación, que fue aprobada el mes pasado en la cámara baja del parlamento nipón, reinterpreta la pacifista constitución japonesa vigente desde el final de la Segunda Guerra Mundial, para permitir a Tokio, por primera vez en 70 años, el envío de tropas al exterior, de cara a apoyar a países aliados, principalmente Estados Unidos.
Entre los asistentes se encontraban personalidades como el músico y compositor Ryuichi Sakamoto, y políticos como el líder de la oposición Katsuya Okada, del Partido Democrático de Japón.
Los organizadores afirmaron que 120.000 personas habían tomado parte en la protesta en Tokio y también hubo marchas en otras partes del país.
Aunque las pequeñas manifestaciones son relativamente frecuentes en la capital, la protesta contra la polémica reforma está tomando una amplitud inesperada. El jueves, un grupo de universitarios se pusieron en huelga de hambre; un día antes, el Colegio Nacional de Abogados se había unido a otra marcha junto a académicos y grupos de la sociedad civil.
Abe y sus partidarios aseguran, en referencia a China, que estas leyes son necesarias para lidiar con un contexto de seguridad cambiante y difícil. Pero sus detractores aseguran que arrastrará a Japón a guerras lejanas para defender los intereses estadounidenses y muchos expertos creen que los cambios son anticonstitucionales.
La nueva legislación aún debe obtener el aval de la cámara alta del parlamento nipón.
AFP
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