Zimbabue no es el único paraíso para los cazadores ricos; hay un destino aún más sorprendente
La muerte de Cecil, el león favorito de Zimbabue, a manos de un cazador estadounidense ha vuelto a poner sobre la mesa el debate acerca de la caza ilegal en países africanos y asiáticos y sobre si esta debería estar prohibida.
Se trata de un negocio muy lucrativo y beneficioso para muchas compañías, ya que los turistas occidentales y adinerados pagan auténticas fortunas para intentar cobrarse las mejores piezas.
Pero lejos de la creencia generalizada de que están exclusivamente en África los destinos más apreciados, lo cierto es que en los últimos años se está imponiendo un lugar que es sorprendente por muchos motivos: Irán.
Y llama la atención fundamentalmente porque gran parte de los cazadores que acuden a este país, situado en el corazón de Oriente Medio, son estadounidenses. No es ningún secreto que las relaciones entre Irán y Estados Unidos han sido gélidas en las últimas décadas, con acusaciones, amenazas y declaraciones que han estado siempre bordeando el conflicto diplomático.
Curiosamente, mientras que ocurría esto en el terreno político, el Gobierno iraní emitía hasta 500 licencias de caza al año para extranjeros, siendo los norteamericanos los que más las solicitaban. Entre los Gobiernos se mostraban una manifiesta hostilidad, pero los cazadores buscaban piezas exóticas –por las que llegan a pagar hasta 20.000 dólares- que adornasen sus vitrinas.
Desde hace aproximadamente una década, Estados Unidos permite que sus empresas puedan ofrecer paquetes turísticos y de caza en Irán; algo que está muy bien visto por las autoridades, ya que logran proveerse de un buen dinero de gente que no mira el bolsillo a la hora de contratar este tipo de viajes.
Sin embargo está la otra cara, la de los defensores de la naturaleza y protectores de las especies autóctonas, ya que hay una fauna muy variada y única que se está viendo amenazada por los dólares que vienen del exterior.
Ahora hay un nuevo peligro. Tras lograr un acuerdo nuclear en las últimas semanas, el temor que se tiene es que al normalizarse las relaciones entre ambos países se den más facilidades aún a los cazadores y se ponga en serio riesgo la supervivencia de algunos animales, tan característicos de la región como imposibles de encontrar en el resto del mundo.
Está por ver si ahora, ante el escándalo internacional por lo acontecido en Zimbabue, se endurece la normativa o sigue siendo laxa para primar el dinero por encima de la conservación. La papa caliente ahora está en manos de Irán.
De Javier Taeño | Gaceta trotamundos | Blog de Noticias
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