Careo de sinvergüenzas: Militares retirados "fue de gran ayuda para marcar tupamaros"; Amodio Pérez respondió mostrando dedo del medio de su mano derecho
El extupamaro Héctor Amodio Pérez, acusado de traición por su excompañeros del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), se encontró cara a cara con los militares retirados Orosmán Pereira y Asencio Lucero tras más de 43 años. El careo fue parte de una causa por abusos y torturas a 28 mujeres en el año 1972.
Pareira había declarado en una anterior comparecencia ante la Justicia que Amodio Pérez era tratado "con especial preferencia" mientras estuvo preso en el Batallón Florida en 1972 y que "salía en operativos a 'marcar'" tupamaros.
Este lunes, cuando en la puerta del Juzgado de Juan Carlos Gómez los periodistas preguntaron a Amodio si había participado en actos de tortura, el extupamaro respondió mostrándoles el dedo del medio de su mano derecho.
Amodio Pérez había llegado el viernes a Uruguay –en medio de un fuerte operativo de seguridad- con la intención de presentar el libro "Palabra de Amodio" y regresar a España al día siguiente.
Sin embargo, desde el sábado se encuentra declarando por distintas causas, desde la identidad con la que entró al país hasta por denuncias presentadas el viernes por colaborar con los militares en la década del 70.
Héctor Amodio Pérez ingresó a las 13 horas al juzgado penal de la doctora Julia Staricco. Allí debió enfrentar un careo con los capitanes retirados Asencio Lucero y Orosmán Pereira por hechos ocurridos en 1972. El ex tupamaro coincidió con ellos cuando estuvo recluido en el Regimiento Nº9 y en el Batallón Florida.
Cerca de la hora 16 Amodio Pérez dejó el juzgado acompañado de su custodia personal, sin policías. En la sede penal seguían declarando los ex dirigentes tupamaros citados como testigos en la causa.
Según Amodio Pérez, Lucero fue uno de los artífices de su salida del país en octubre de 1974. Fue -según él- quien estuvo detrás de su nueva identidad: Walter Salvador Correa Barboza, el mismo nombre con el que llegó a España y obtuvo un pasaporte de ese país gracias a un pacto entre los dictadores Juan María Bordaberry y Francisco Franco.
Lucero se volvió notorio al ser el primer militar que admitió ante la justicia haber practicado torturas a sus detenidos.
El ex militar niega haber estado en la salida de Amodio del país. Según se declaración estaba encargado de su "bienestar" en los cuarteles. Era quien le proveía alimentos, ropa y todo lo necesario para los informes que entregó a las Fuerzas Conjuntas a efectos de desarticular lo que quedaba de los tupamaros.
Orosmán Pereira también declaró sobre Amodio y dijo que fue de gran ayuda en la tarea de marcar tupamaros.
Las declaraciones de Amodio contradicen a las de Lucero y Pereira. También los contradice en un caso que se le imputa a los exmilitares. En ese sentido, hay un pedido de procesamiento para ambos por la demanda de 28 mujeres por denuncias de abuso en distintos centros de detención. Ellos han apelado y por el momento se encuentran libres. La causa fue presentada en 2011.
Amodio dice no tener nada que ver con esos interrogatorios. Pero Lucero y Pereira sostienen que formó parte de varios de ellos
En ese período, Amodio estuvo preso en el Batallón Florida y según testimonios de las Fuerzas Armadas -y de los varios excompañeros de guerrilla- salió en varias ocasiones en camionetas del Ejército para “marcar” tupamaros y llevar a cabo detenciones.
Los abogados de las exdetenidas en centros militares Miguel Migliónico y Federico Álvarez Petraglia pidieron que sean llamados a declarar Eleuterio Fernández Huidobro, Julio Marenales, Mauricio Rosencof, Henry Engler y Jorge Zabalza, exlíderes del Movimiento de Liberación Nacional.
A esta denuncia se le suma la realizada por el director de la revista Caras y Caretas, Alberto Grille, quien también involucra a Amodio en operativos militares irregulares.
El extupamaro llegó al país el pasado viernes y pasó más tiempo detenido que en libertad. Además de las dos denuncias sobre violación a los derechos humanos. Amodio fue detenido porque hay incompatibilidad entre su identidad española y la uruguaya.
Amodio llegó al país como Correa Barboza, y la jueza de turno María Elena Maynard ordenó que tramite en Uruguay documentación que lo identifique como Héctor Amodio Pérez.
El pasaporte es legal desde el punto de vista español, ya que la nueva identidad de Amodio fue confirmada en 1974 por el entonces dictador Francisco Franco. Se le otorgaron entonces documentaciones como Walter Salvador Correa Barboza, con la que entró al país.
Tras presentar su libro "Palabra de Amodio, la historia de los Tupamaros", el exlíder tupamaro se vio envuelto en varios trámites judiciales. Estuvo más tiempo detenido que en libertad.
El problema de la identidad resultó menor frente a las otras acusaciones.
El fiscal Ariel Cancela dijo a Subrayado que pidió el emplazamiento de Amodio Pérez y la aplicación de medidas cautelares que le impidan salir del país. La jueza accedió a ese pedido, informa El Observador, y el extupamaro no podrá volver a España como tenía planeado.
Cancela dijo que pidió además que se cite a otras personas a declarar, aunque no quiso revelar sus nombres. La Justicia tomará declaración a los nuevos citados, podría volver a tomar declaración a Amodio Pérez y luego, cuando se completen las actuaciones, el fiscal definirá si pide el archivo, el procesamiento o más pruebas.
Una de las dos nuevas denuncias penales presentadas contra Amodio Pérez la realizó el director de la revista Caras y Caretas, Alberto Grille. Señala al extupamaro como un paramilitar que colaboró con la detención de muchas personas, que participó en interrogatorios y que algunos de esos casos finalizaron en torturas contra los detenidos.
Entre algunos de los testigos que podrían ser citados a declarar se encuentra el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro. Además, en este caso fueron nombrados cuatro policías y militares que habrían trabajado en coordinación con el extupamaro.
Grille dijo que accionó como un ciudadano más al saber de la llegada de Amodio a Uruguay y sobre la base de información que vincula al extupamaro como colaborador militar, en detenciones ilegales, y torturas.
La otra denuncia fue presentada por una mujer que asegura haber estado detenida durante la dictadura a causa de la acción de Amodio Pérez. No se saben más detalles de esta causa.
Pérez declaró en la tarde de este sábado en el Juzgado de Ciudad de la Costa tras haber ingresado al país utilizando un pasaporte con un nombre distinto al suyo. Funcionarios de Migración del Aeropuerto de Carrasco constataron que en el documento figuraba otro nombre. Walter Salvador Correa Barboza es el nombre que utilizó Amodio para ingresar a Uruguay para la presentación de su libro “Palabra de Amodio, la historia de los Tupamaros”.
A la sede penal de Ciudad de la Costa también concurrió el verdadero Walter Salvador Correa Barboza, quien manifestó a la Justicia que no estaba en conocimiento del tema y aclaró que nunca perdió sus documentos. El hombre se retiró del Juzgado sin realizar declaraciones a la prensa.
Por la mañana, en la sede de la Dirección General de Información e Inteligencia de la Policía, Amodio Pérez declaró que fueron los militares quienes le proporcionaron esa identidad cuando se fue del país en 1973 y se legalizó en España.
El abogado defensor, Andrés Ojeda, dijo que el pasaporte le fue devuelto a Amodio Pérez tras comprobar tanto la Justicia como la Fiscalía que esa fue la identidad que asumió el extupamaro cuando se exilió en el exterior para salvaguardar su vida.
Sin embargo, a última hora del sábado personal de Migraciones consultó a la jueza Marcela Vargas sobre si acreditaba la salida del país con documentación irregular. La jueza reconsideró su decisión y si bien mantuvo la postura de no procesarlo dispuso que Inteligencia incautara el pasaporte español y que Pérez tramite una nueva documentación.
Amodio Pérez pasó la noche del sábado en la sede de Información e Inteligencia.
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