Gabriela Fulco y el sindicato del Inau en pie de guerra
Motines, denuncias, paros e insultos marcan hoy el clima de tensión que se ha instalado entre las nuevas autoridades del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), que preside Gabriela Fulco, y el sindicato del Inau que lidera José Lorenzo López.
Desde que asumió el nuevo gobierno, el Sirpa se destaca por ser la única repartición estatal donde la pelea entre las autoridades y el sindicato se libra con inusitada virulencia.
Históricamente el sindicato del Sirpa, encargado de recluir a menores infractores, ha generado espacios de poder capaces de torcer la voluntad de sus autoridades. Así ocurrió en la anterior administración, donde el exdirector Ruben Villaverde debió hacer concesiones para llevar adelante su gestión en un clima de "paz sindical".
Fulco, que asumió hace dos meses, proyectó cambios que el sindicato rechaza, y la guerra no demoró en ser declarada.
La directora, según fuentes consultadas por El País, cansada de lo que considera un "boicot" interno, decidió informar a la Justicia sobre el último incidente ocurrido el 24 de julio en el Centro de Privación de Libertad (Ceprili) cuando cuatro jóvenes accedieron a llaves de dos módulos e intentaron fugarse. Exactamente una semana antes, el mismo centro fue noticia por un enfrentamiento entre familiares de los internos.
Fulco prefirió no hacer declaraciones sobre su decisión para "bajarle intensidad" al tema. El presidente del sindicato del Inau, que conoce parte del escrito que presentó Fulco, dijo a El País que el único nombre que aparece es el suyo pero que se vincula el accionar del sindicato dentro del Ceprili.
La ofensiva entre la directora del Sirpa y el gremio tiene cinco meses, nació cuando el presidente Tabaré Vázquez la nominó para el cargo.
En el marco de esa guerra, López recordó en aquel momento —y lo volvió a hacer hace unos días— el sumario administrativo que la psicóloga tuvo en el año 2003 cuando se desempeñaba en el Ministerio del Interior —vinculado a un caso de conjunción del interés público con el interés privado— y hasta instaló la duda de que su designación era revisada por Vázquez a pocos días de la ceremonia de asunción.
Fulco tiene el respaldo del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, quien la recomendó para el cargo ante la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi.
A poco de asumir, Fulco aseguró que no negociaría con acciones por fuera de los derechos humanos, cuestionó a la anterior administración, que estuvo en la mira de organizaciones sociales por situaciones de violencia hacia los internos, y aseguró que apostaba a un diálogo "franco y abierto" con los trabajadores.
Lo cierto es que en los dos meses que Fulco lleva al frente del Sirpa debió enfrentar incidentes de gravedad en los hogares bajo su gestión que incluyeron fugas, peleas y heridos.
El sindicato asegura que los incidentes son producto de su ineficiente gestión. La dirección del Sirpa, en cambio, entiende que hay un grupo de funcionarios que propicia los desórdenes para generar inestabilidad y mantener privilegios.
"Si nos quieren lleva al ámbito judicial vamos porque estamos muy seguros de lo que hacemos y es ajustado a derecho. Por más que no le guste a Fulco vamos a seguir haciendo lo mismo. Y vamos a seguir estando cada vez que haya un incidente o trabajador lastimado porque es lo que corresponde", aseguró López.
El sindicato, que mañana realiza un paro y manifestación en las puertas del Sirpa, publicó ayer un duro comunicado contra Fulco en la red social Facebook. "La escuela en la que basa su formación fue en plena dictadura (...) La señora Fulco se ve que piensa que todavía está en esa época y no sabe que en nuestro país las cosas han cambiado (...) Tiene un pasado que la condena y nosotros vamos a recordárselo cada vez que sea necesario", asegura el sindicato.
Con un tono desafiante, el gremio invita a la directora del Sirpa a "que se instale en los juzgados cuantas veces quiera porque esto, lejos de amedrentarnos, nos da más fuerza".
La decisión de recurrir a la Justicia que adoptó Fulco no solo la enfrentó al sindicato sino que tampoco cayó en gracia a los otros dos integrantes de la Comisión Delegada del Sirpa.
Fernando Rodríguez, integrante de la comisión y exdefensor del vecino, dijo a El País que él no acompañó la medida sino que fue una decisión personal de Fulco.
El tema estuvo ayer sobre la mesa en una reunión periódica que la Comisión tiene con la ministra de Desarrollo Social. Se acordó bajar intensidad a la discusión con el sindicato para evitar que el tema continúe en la primera plana de los medios.
Pese al fuego cruzado, Fulco y el gremio se vieron la cara en más de una ocasión en los últimos dos meses. En dos instancias participó el presidente del sindicato. López contó que Fulco planteó, por ejemplo, que cuando un internado se desacata, debe ser reducido sin contacto físico. Los funcionarios deben abrazar un colchón y rodearlo hasta colocarle las esposas. "Es una modalidad nueva, pero cuando uno se exalta, los otros lo acompañan y no es tan fácil. Entonces nadie sabe qué hacer, y si no hay alguien que dé la orden y se responsabilice, el resto no actúa", dijo López.
Cuatro horas de guardia gremial "mínima".
Los trabajadores del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) trabajarán mañana en régimen de guardia gremial de 10 a 14 horas, mientras dure el paro parcial. Los trabajadores se concentrarán en las puertas del Sirpa (Barrios Amorín 1690). La consigna es "no más trabajadores lastimados, no a las arbitrariedades en la gestión, no al cierre de la Colonia Berro".
Según determinó el gremio la guardia gremial debe ser "mínima para garantizar la atención a niños y niñas" en los hogares y en las oficinas "se recomienda el cierre en el horario fijado".
“Negociamos con la madre Teresa o con Bin Laden”.
El presidente del sindicato del INAU responsabiliza a la directora del Sirpa por los incidentes en hogares y afirma que judicializó la negociación.
1 - ¿Por qué desde que asumió Fulco se incrementaron los incidentes en los distintos centros del Sirpa?
Ella criticó a la anterior administración y dijo que tenía métodos más modernos. Los trabajadores tienen dudas y miedo de actuar como antes y terminar sumariados o sancionados. Entonces no actúan hasta tener la orden y pasa lo que está a la vista. Diez minutos en un centro de privación de libertad es mucho.
2 - Pero Fulco, incluso antes de asumir, ya le generaba mala espina al sindicato. ¿Por qué?
No, eso no es así. Nosotros no elegimos a nuestros patrones. Estamos preparados para negociar con la madre Teresa de Calcuta o Bin Laden. No tenemos problema. Si nos quieren llevar al ámbito judicial vamos porque estamos muy seguros de lo que hacemos y de que es ajustado a derecho.
3 - ¿Por qué cree que la directora del Sirpa llegó a recurrir a la Justicia en este caso?
No fue ninguna sorpresa porque nos interiorizamos en su historial y va de la mano con este tipo de actitudes. Tampoco nos deja de preocupar porque es judicializar la negociación con el sindicato, pero por más que no le guste vamos a seguir estando cada vez que un trabajador termine lastimado.
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