Liberar a las gallinas
Las gallinas ponedoras, ¿deberían vivir en jaulas espaciosas o vagar libremente por el campo? Esa es una de las principales disyuntivas a la que se ve sometida la industria del huevo en Estados Unidos, un sector que genera anualmente 9.000 millones de dólares.
Las gallinas ponedoras, ¿deberían vivir en jaulas espaciosas o vagar libremente por el campo? Esta es la cuestión que tiene dando vueltas a la industria del huevo en Estados Unidos, un sector que genera US$9.000 millones, de acuerdo a lo destacado en un informe del diario The Wall Street Journal, elaborado por David Kesmodel, qie recoge UyPress.
Asciende a 305 millones el stock de las gallinas ponedoras en el país, y los productores procuran ponerse al día con las nuevas regulaciones estatales que apuntan a mejorar el bienestar de los animales. Las nuevas reglas apuntan contra las estrechas jaulas que han dominado la industria por décadas, y que confinan a cada ave a un espacio de 432 centímetros cuadrados, a manera de ejemplo, un poco menos que una hoja de papel de las que usamos para imprimir desde la computadora.
Los granjeros se debaten entre dos estrategias: invertir en costosas instalaciones "libres de jaulas" o construir jaulas más grandes. La segunda alternativa es más barata y en general cumple con las leyes, pero no con los criterios más exigentes de los proveedores de alimentos y los defensores de derechos de los animales.
Una ventaja de los huevos de gallinas criadas en libertad es que pueden llegar a duplicar su precio, aunque los productores no tienen en claro cuán grande puede llegar a ser este mercado. Otro problema, según granjeros y expertos en conducta animal, es que cuando las gallinas viven en un espacio abierta aumenta el porcentaje de las que mueren prematuramente, a veces por heridas de vuelo o ataques de otras aves.
En enero California comenzó a exigir que cada huevo vendido en el Estado, que cuenta con la mayor población del país, sea puesto por un ave que haya tenido suficiente espacio para sentarse, dar una vuelta y extender sus alas. Washington, Oregon, Michigan y Ohio pondrán en efecto leyes similares en los próximos años, y otros Estados lo están analizando.
En enero, según la firma de investigación Urner Barry, el precio de los huevos al por mayor en California trepó a más de US$3,40 la docena, debido a la escasez y a que los productores estaban tratando de adaptarse a la nueva ley. Desde entonces, los precios han caído a cerca de US$2 la docena.
Por su parte, Nestlé S.A. y y Sturbucks Corp. informaron el año pasado que planean eliminar gradualmente el uso de huevos de gallinas criadas en jaulas, sumándose a empresas como Burger King y Aramark Corp.
Marcus Rust, presidente ejecutivo de Rose Acre Farms -que con alrededor de 25 millones de gallinas es uno de los mayores productores de huevos de EE.UU.- apuesta a un futuro libre de jaulas. Hace 18 meses, esta compañía con sede en Seymour, Indiana, decidió que todas sus nuevas instalaciones carezcan de jaulas.
Lo que motivó esta decisión no fue el bienestar de las gallinas -la mayoría de las cuales permanecen enjauladas en Rose Acre- sino las ganancias. "El objetivo de nuestra actividad es generar beneficios, y si alguien está dispuesto a pagar más por nuestro producto, hacia allá vamos", dijo Rust, de 58 años, nieto del hombre que empezó este negocio. Según el empresario, reconvertir la firma a una operación sin jaulas podría llevar unos 30 años.
La demanda de huevos puestos por gallinas no enjauladas es pequeña pero creciente. En setiembre pasado, 17 millones de gallinas ponedoras (6% del total de EE.UU.) vivían fuera de jaulas. Hace tres años, según datos federales, eran 15 millones.
Hace pocos días, 170.000 gallinas deambulaban y cacareaban dentro de un granero de 157 metros de largo en un complejo de la compañía en Frankfort, Indiana; algunas estaban encaramadas en barras de metal, otras corrían de un lado para otro por rampas metálicas. En un sector había nidos cubiertos con puertas rojas, los cuales proporcionan la oscuridad y abrigo necesarios para que las gallinas pongan sus huevos, que ruedan por cintas transportadoras y son rápidamente transportados a la planta de producción.
La construcción de este lugar -uno de los mayores gallineros libres de jaulas de EE.UU., según Rust-costó alrededor de US$5 millones. Rose Acre factura más de US$500 millones por año.
Los granjeros dicen que construir estas instalaciones cuesta aproximadamente US$10 más por ave que las que emplean jaulas grandes, lo que representa un adicional de US$1 millón para un corral de 100.000 aves. Las gallinas no enjauladas comen más porque son más activas, lo que naturalmente eleva el costo de su alimentación.
Tanto los gallineros libres de jaulas como los que usan jaulas grandes elevan los costos de los granjeros porque tienen menos gallinas entre las cuales repartir los costos de los equipos, calefacción, etc. En California, algunos productores están simplemente sacrificando aves para poder cumplir con el requisito legal de darle a cada ave un hábitat mínimo de 748 centímetros cuadrados.
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