Familias polacas abren sus puertas a los refugiados sirios

Sus vecinos la mirarán con malos ojos, pero Magdalena Chudzicka está convencida de que acoger a una familia de refugiados sirios es "como recibir a Cristo en casa".

Esta grafista polaca de 42 años, madre de cuatro niños y casada con un médico, quiere albergar a una familia entera en su casa de Izabelin, cerca de Varsovia. "La guerra en Siria la vemos a todas horas en la televisión, pero hasta ahora no podíamos hacer nada. Esperamos recibir una familia con niños, tenemos muchos juguetes", explica a AFP esta mujer protestante.

En un país muy católico y étnicamente homogéneo, sus compatriotas no comparten esta actitud. Según los sondeos, un 70% de los 38 millones de polacos son reticentes a acoger refugiados de Oriente Medio.

El Gobierno polaco, de acuerdo con la sociedad, rechazó la idea de la Comisión Europea de fijar cuotas de refugiados a cada país miembro de la Unión Europea (UE) e insistió en el carácter voluntario de esta acogida, con el objetivo aparente de reducir su número al máximo. Sin embargo, la primera ministra del país, Ewa Kopacz, tuvo que dar su visto bueno a la llegada de un primer grupo de 60 familias, después que la fundación protestante Estera solicitara al Gobierno acoger a 1.500 cristianos sirios.

"Cuando el gobierno polaco me dijo que lamentablemente no había presupuesto para acoger a los refugiados sirios en 2015, comprendí que debía conseguir yo misma todo el dinero", explicó a AFP Miriam Shaded, presidenta de la fundación. La ayuda financiera procede principalmente del fondo británico Barnabas, indicó su portavoz Andrew Carey, quien informó de "varios cientos de miles de libras".

Un nonagenario lord británico de origen judío, George Weidenfeld, a quien protestantes británicos salvaron de los nazis, prometió colaborar con la iniciativa a través de Barnabas.

El director del departamento de refugiados de la ONG Human Rights Watch, Bill Frelick, declaró a AFP que "no conocía otras iniciativas privadas similares para los refugiados sirios en la UE". "Es un ejemplo loable de solidaridad y de empatía de personas afortunadas con los menos privilegiados en peligro", estimó.

- En seguridad -

Inshra al Badawi, una exprofesora viuda que sobrevivió a un bombardeo aéreo en Siria, confió a AFP sentirse "en otro planeta" tras pasar varios días en una familia de Varsovia. "Nos acogen calurosamente, la comida es deliciosa... y, sobre todo, nos sentimos seguros". Su anfitriona, la madre polaca de Miriam Shaded, afirma no haber dudado en recibirla. "Ama a tu prójimo como a ti mismo, es mi regla de vida", explica citando un pasaje de la Biblia.

La comunidad bautista de la ciudad de Olsztyn, que cuenta con 70 fieles, acogió a una familia de cuatro personas. "Como nadie de nosotros habla inglés, utilizamos los servicios de traducción de Google para comunicarnos", explica el coordinador del proyecto Piotr Sadzewicz, cuya pequeña iglesia recaudó unos 9.000 euros para alimentar y alojar a esta familia durante un año.

Polonia concedió el año pasado el estatuto de refugiado a unos 200 sirios que llegaron al país individualmente, según Ewa Piechota, portavoz de la oficina polaca de extranjería.

A los sirios acogidos por Estera, el Estado les ofrece un visado de residencia de tres meses, así como atención sanitaria gratuita, precisa. También podrán solicitar el estatuto de refugiado, que será examinado caso por caso.

El papa Francisco hizo un llamamiento recientemente a poner fin al "genocidio" de cristianos en Oriente Medio.

Sin embargo, la Iglesia Católica de Polonia sigue "la línea del papa Benedicto XVI", quien urgió a hacer todo lo posible para ayudar a mantener la presencia de cristianos en Oriente Medio en detrimento de contribuir a su marcha, declaró a AFP el padre Waldemar Cislo, director de la delegación polaca de la organización 'Ayuda a la Iglesia que Sufre'.

La guerra en Siria ha dejado más de 230.000 muertos y más de cuatro millones de refugiados. Los 1,2 millones de cristianos constituían alrededor del 5% de la población siria antes del conflicto.
AFP