Empresarios del Mercado Modelo espiados y sitiados por delincuentes
Rapiñas con muerte, arrebatos, robos y saberse continuamente vigilados por bandas, hacen parte del cotidiano de empresarios frutícolas que venden sus productos en el Mercado Modelo.
"Dentro del Mercado, no asistimos a simples arrebatos (que por supuesto también existen) sino que lo que nos preocupa es el trabajo de inteligencia que realizan algunos grupos de delincuentes dentro de la institución, trabajo que incluso se ha llevado la vida de algunos compañeros y ha puesto en juego, en varias oportunidades, la de otros". Así expresa un documento de la Cámara Frutícola Uruguaya a la que tuvo acceso El País.
El informe agrega que los empresarios que operan en el interior del Mercado, en un horario que coadyuva a que ocurran este tipo de situaciones, "vivimos en una paranoia constante, a sabiendas de que dentro del mismo hay gente que controla nuestros movimientos. Esto es a qué hora recibimos dinero, a qué hora nos lo llevamos".
El presidente del Directorio de la Cámara Frutícola Uruguaya, Hugo Moizo, dijo que los robos son planificados por delincuentes que están afuera del Mercado Modelo en base a datos proporcionados por operarios que "delatan" a los empresarios.
"Los que brindan informaciones a delincuentes son algunos trabajadores que tuvieron problemas por pagos o jornales", explicó Moizo.
Agregó: "El año pasado hubo una muerte de un empresario. Lo mataron a unas cuatro cuadras del Mercado Modelo cuando estaba llegando a su casa".
El 26 de mayo de 2014, el empresario Carlos Alberto Bustello da Silva, de 51 años, conocido como "el Pato", volvía a su casa en José Batlle y Ordóñez esquina Canstatt.
El delincuente Yeferson Leal, alias el "Brasilero", interceptó a Bustello da Silva en el centro de la avenida.
Tras ser capturado por la Policía, Leal declaró a la jueza penal de 9° Turno, Blanca Rieiro: "El hombre iba caminando por Propios común y corriente pero con $ 400.000 en el bolsillo. Me bajé de la moto y el menor que me acompañaba se quedó con ella. Le dije al hombre: Estás entregado, amigo. Dame la plata. Le mostré el arma, no le apunté".
Enseguida agregó: "No fue mi intención darle un tiro. Solo quería asustarlo para llevarme los $ 400.000. Quizás con el susto, él me tiró un par de piñazos. Le gritó algo a un taller y se me echó encima. Yo le disparé".
El propietario de un puesto, que no quiso ser identificado, dijo que los empresarios no pueden ir al baño por miedo a los robos.
Los baños del Mercado Modelo se encuentran en una especie de sótano luego de unos largos pasillos.
"En una oportunidad me salvé por poco. Unos delincuentes apagaron las luces y robaron a tres empresarios que estaban en los baños", dijo.
Hace cuatro años, dos rapiñeros con escopetas recortadas ingresaron en moto al Mercado Modelo. "Asaltaron a un puesto que estaba a unos 20 metros de donde yo estaba", dijo el dueño de un puesto. Por su parte, Moizo expresó que, adentro del Mercado Modelo, la inseguridad descendió por el incremento del patrullaje policial y las cámaras filmadoras de los locales.
"Esperamos que baje aún más cuando se coloquen 110 cámaras gracias a una licitación que ya está en curso", dijo.
Asaltos.
A las 3:30 de la madrugada, muchos comerciantes del interior estacionan sus vehículos afuera del Mercado a la espera de que este abra para adquirir frutas y verduras que luego trasladan a sus locales comerciales. "Afuera del Mercado están robando a gente del interior. Las víctimas no hacen la denuncia policial porque ello les impediría volver a sus departamentos. Para nosotros eso es un error", dijo Moizo.
El empresario, quien consideró que sí debería haber un mayor patrullaje en las afueras del Mercado Modelo, sostuvo que los rapiñeros se acercan en motos a los productores y en minutos realizan el atraco.
Enseguida insistió: "Hoy el 50% de los locales del Mercado tienen cámaras. Dentro no hay casi robos. Los problemas ocurren afuera del Mercado".
No al trabajo nocturno.
La dureza del trabajo nocturno en el Mercado Modelo llevó a que empresarios concesionarios de puestos abandonaran la actividad y cambiaran de rubro. "Me levantaba a las 2 de la mañana, debía sestear y acostarme más temprano que mi familia. No tenía vida", relató un exconcesionario de un puesto a El País.
Desde hace tiempo la Cámara Frutícola Uruguaya insiste sobre "los perjuicios de distintas índole" que ocasiona el trabajo nocturno a los puesteros. Estos empresarios pretenden que las ventas de productos frutícolas y hortícolas en el Mercado se efectúen durante el día. Hoy se realizan de madrugada para que el comerciante pueda tener los productos cuando abre su comercio. "La nocturnidad es un problema grave y urgente", opina la Cámara.
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