Boliche de Montevideo no admite por "viejos" a clientes de más de 35 años
Después de cenar en una parrillada que se encuentra frente a la Facultad de Veterinaria, cuatro noctámbulos montevideanos concurrieron, ya de madrugada, al boliche "Al Norte", ubicado en la calle Soriano cerca de la Intendencia.
Cuando uno de ellos se arrimó a consultar el precio de la entrada, el portero, actuando siempre con buenos modales, le requirió su documento.
—¿Me ves cara de menor de edad?—, preguntó uno de los clientes, de 36 años.
"Pensábamos que era por si caía algún inspector, para que no hubiera nadie indocumentado", explicó a El País.
El empleado sonrió e insistió: "Necesito el documento". Al percatarse de la edad, les dijo que no podían entrar porque el local es para personas de entre 18 y 35 años. Entre todos se miraron, como esperando la risa después de una broma. Pero no, no era ninguna broma.
Fuera de norma.
El secretario general de la IMM, Ricardo Prato, dijo que la reglamentación solo permite prohibir ingresar a un local (el famoso "derecho de admisión") por "estado de ebriedad o desaseo".
"Todo lo demás es invento y está dentro de las posibilidades de que sea una acción discriminadora", advirtió el jerarca.
Para Prato, la "selección" del público debe hacerse por otro camino, por ejemplo con la propuesta musical, gastronómica o económica. Prato fue enfático al señalar que "no es legal" prohibir la entrada a una persona mayor de edad "a ojo de buen cubero" o pidiéndole la cédula, porque "no gusta su cara". "Si lo denuncian, vamos a ver qué pasa", sentenció.
Práctica habitual.
Desde el boliche "Al Norte", se confirmó que no se permite el ingreso a los mayores de 35 años. "Hace 14 años que estamos abiertos y el público nuestro es típico del interior entre 18 y 25 años. Es enfocado a determinada gente. Hay veces que los gurises son más inquietos, estamos acostumbrados a tratar con determinada gente. Es eso, no es un tema de maldad", dijeron fuentes de la empresa.
"Entiendo claramente y pido perdón si ofendí a alguien, pero es política nuestra", agregaron.
Discriminación".
" El edil nacionalista Edison Casulo consideró el hecho como "grave, discriminatorio y retrógrado". "¿Qué diferencia hay entre color de piel y edad? Ambas son condiciones humanas de las cuales las personas no pueden escapar o cambiar", indicó.
Según el edil, una persona que concurre a un local de chinelas se puede poner otro calzado; si es un lugar formal en el que le exigen corbata, se la puede poner; o si va con un gorro se lo puede sacar. "Pero lo que no depende de la persona y es parte de su condición, no puede ser excluyente; esa es la base de cualquier política discriminatoria", indicó Casulo.
Según el legislador, el derecho de admisión tiene límites:
1. Por normativa (es ilegal entrar desnudo por ejemplo);
2. Por pertenencia (el caso de un club por ejemplo, si la persona no es social, aunque eso se puede revertir);
3. Por preservar un bien tutelado (como un baile matiné para menores de edad);
4. Por uso y costumbre (una fiesta formal a la que se va con chinelas, por ejemplo).
Desde hace meses la Junta Departamental tiene un proyecto de regulación del derecho de admisión en locales y espectáculos; incluye multas de hasta 350 UR y clausura temporal.
Ricardo Prato.
Según el secretario general de la Intendencia de Montevideo, la única prohibición que existe para el ingreso a un local es por "estado de ebriedad o desaseo". "Todo lo demás es invento y está dentro de las posibilidades de que sea una acción discriminadora".
Edison Casulo.
El edil nacionalista consideró el hecho como "grave, discriminatorio y retrógrado". "¿Qué diferencia hay entre color de piel y edad? Ambas son condiciones humanas de las cuales las personas no pueden escapar o cambiar", indicó.
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