EEUU se queda sin programa de espionaje telefónico
Fueron horas de gran actividad en el Senado, donde desde las cuatro de la tarde se vivió una de las votaciones más inciertas y decisivas sobre los programas de espionaje y contraterrorismo de Estados Unidos.
Desde el primer minuto de este lunes, la conocida Agencia de Seguridad Nacional no podrá recopilar los metadatos de las llamadas telefónicas, tal como estaba realizando desde que se aprobó el Patriot Act tras los atentados terroristas de septiembre de 2001.
Este programa, que ha estado en la mira de los grupos defensores de las libertades civiles desde que lo dio a conocer el excontratista Edward Snowden, se puso en marcha para recolectar los metadatos de las comunicaciones telefónicas -la duración, la hora y el número utilizado pero no el contenido-.
Hasta ahora la agencia NSA estaba autorizada, bajo la sección 215 que expiraba a las 12 de la noche de este domingo, a recopilar los metadatos de las comunicaciones telefónicas, es decir, información sobre la duración, la hora y el número utilizado, pero sin que se recogiera el contenido de la conversación.
La división entre los republicanos permitió que no se extendiera su duración. Por el contrario, se avanzó en otro proyecto de ley que prevé acabar con la recogida masiva de datos a los ciudadanos y que era la que el presidente Barack Obama había llamado a respaldar.
Conocida como Ley de Libertad de Estados Unidos, este texto logró superar los 60 votos necesarios para avanzar la medida con un inesperado resultado: 77 a favor y 17 en contra.
Este proyecto no daría un carpetazo al programa de recogida de datos pero sí que acabaría con el sistema de espionaje telefónico tal como es conocido ahora: se podrían recolectar los metadatos pero, al contrario que a como se realiza ahora, serían almacenados por las empresas de telecomunicaciones.
El próximo voto será seguramente el martes, por lo que por más de 24 horas Estados Unidos dejaría de compilar esta información que, según los funcionarios de inteligencia, son esenciales para continuar la lucha contra el terrorismo.
Una victoria de Rand Paul
Uno de los principales opositores a la renovación de la Patriot Act tal como está diseñada ha sido el senador y candidato presidencial Rand Paul. Desde hace meses este político de ideología libertaria viene criticando lo que, a su juicio, es una intromisión desmedida en la vida privada de los ciudadanos. Durante su intervención en el Senado criticó el programa y se preguntó si "¿vamos a renunciar alegremente a nuestra libertad?".
Paul logró enfurecer a un gran grupo de sus compañeros de partido, que se marcharon cuando tomó la palabra. Pero con un tono firme no dejó de repetir que lucharía contra este programa: "No voy a permitirlo más", aunque tuvo que reconocer, consciente de la próxima votación, que "en último término se saldrán con la suya".
El gran derrotado de esta lucha ha sido Micht McConnell, líder de la mayoría republicana, que no consiguió los votos necesarios para permitir que la Patriot Act fuera prorrogada sin cambios, tal como deseaba. Ante la falta de apoyo que constató, cedió y prefirió fijarse en el texto aprobado que, si bien elimina partes fundamentales de la ley, no la elimina completamente.
"No deberíamos desarmarnos unilateralmente -sostuvo McConnell- mientras nuestros enemigos mejoran sus técnicas y se vuelven cada vez más agresivos, y la verdad no debemos hacerlo con base en una campaña de demagogia y desinformación emprendida después de las acciones ilegales de Edward Snowden".
Fuente Univisión
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