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CAUSA ABIERTA

Papá, comprame un patrullero que quiero ser Ministro

Papá, comprame un patrullero que quiero ser Ministro

Por Carlos Lemos

Yavarone, Yavarone, ese apellido me sonaba pero mi vieja memoria no lo podía localizar hasta que por esas cosas me acordé de Luis Brezzo, aquel hombre que falleció siendo ministro de Defensa durante el gobierno de Jorge Batlle.

Claro, me dije, si era aquel individuo gris que lo secundaba en el cargo y quedó como Secretario de Estado. Sí, sí, Don Roberto, que luego desapareció, en un sillón de diputado, de una escena política que nunca lo tuvo en cuenta.

Don Roberto, mire usted. Qué habrá sido de su vida desde que empezó este siglo.

Empecé a atar cabos y enseguida lo ubiqué, un hombre afiliado al “nuevo” modelo neoliberal que irrumpió en la década de los 80, desplazando al keynesianismo de la posguerra.

Un tipo con suerte, Roberto, porque se “guardó” a tiempo, antes de la caída del Lehman Brothers y la debacle financiera que hasta hoy hundió al mundo. En Davos se están rompiendo la cabeza para ver como arreglan un entuerto financiero planetario sin salida.

Pero, ¿a qué viene todo esto?

Lisa y llanamente porque Yavarone “resucitó”, para mi sorpresa, y se lanzó a la opinión pública con una propuesta “extraordinaria”.

Sí señor, juntó a unos cuantos empresarios de Carrasco, Punta Gorda y Pocitos y puso manos a la obra.

Para “ayudar” a la seguridad en Montevideo, Yavarone le ofrece al Ministerio del Interior tres patrulleros, o cuatro, “en comodato” claro está, por si un día se le da la loca y se los saca.

¿Para qué?

Para patrullar Pocitos, Carrasco y toda la zona donde viven sus amigos y él, por supuesto.

Yavarone dijo que no todos los integrantes del grupo benefactor son colorados. Y debe tener razón, puede haber algún blanco y, si me apuran, algún frenteamplista cinco estrellas, que los hay, ehhh.

Sin embargo, a renglón seguido, Yavarone afirma que se eligió al Partido Colorado para canalizar la propuesta “porque es el partido que más se ha precupado por la seguridad”.

¿Cómo y los blancos, Roberto?

Para no meterse en líos con EEU, cosa que sería horrible para él, aclaró que “esto no es para evitar que usen vehículos de embajadas.”

El tema sobre la utilización de vehículos de embajadas es ajeno a esos problemitas de soberanía.

Esto es un aporte de la ciudadanía al patrullaje, dijo y enseguida puso en claro las cosas: las patrullas son para la seguridad de Pocitos y Carrasco, nada de guetos en el departamento de Montevideo.

Para que la ciudadanía no se muriera de risa de él, también manifestó que otro patrullero “puede” ser utilizado según las necesidades del Ministerio del Interior.

Y volviendo al principio, Roberto, vaya a Davos. Allí lo necesitan.

El neoliberalismo dejó el tendal de millones de personas en la miseria en América Latina.

De repente en Montevideo con dos o tres patrulleros no se arregla la cosa para usted y sus amigos, pero allá, quizá, se le ocurra otra idea brillante.

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