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CAUSA ABIERTA

Suprema Corte de Justicia de Uruguay no confía en las pulseras electrónicas

Suprema Corte de Justicia de Uruguay no confía en las pulseras electrónicas

El ministro de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak dijo el hecho de que “la zona mínima de exclusión tecnológicamente viable” para la utilización de las pulseras electrónicas que permiten controlar que un hombre denunciado por violencia doméstica por su pareja no incumpla la orden de restricción, no puede ser superior a 800 metros, se “inhibe en muchísimos casos el uso del dispositivo”.

“Esta distancia planteada en un círculo, determina que en ciudades del interior prácticamente no se puede utilizar porque una de las dos personas quedaría fuera del pueblo (…) Tampoco para parejas que viven en el mismo barrio (porque) la utilización del dispositivo supondría forzar a uno de ellos a mudarse porque las alarmas estarían permanentemente sonando”, aseguró el magistrado en declaraciones a radio Carve.

Añadió que esto “limita mucho el campo de actuación” por lo que “inhibe la utilización del aparato” dado que, según explicaron desde el Ministerio del Interior, “no hay tiempo de respuesta efectivo si el cerco es menor a 800 metros”.

Chediak explicó entonces que será necesario establecer un “doble cerco, el ordenado por el juez y el preventivo del Ministerio del Interior”.

Aunque dijo que era “reticente” a dar fechas de inicio del sistema debido a que ha habido “varias postergaciones”, el magistrado sostuvo que podría estar funcionando a comienzos de 2013, una vez finalizada la feria judicial.

A fines de noviembre se generó una polémica entre el ministerio del Interior y la Justicia . La cartera anunció que las pulseras habían llegado al país. A partir de esas información la jueza María Elena Emmenengger ordenó que se le colocará una pulsera a un hombre denunciado por violencia doméstica por su pareja para que no incumpla la orden de restricción que se le impuso por 120 días.

La Suprema Corte de Justicia entendió el episodio como una ” falla en la comunicación ” entre ambos organismos.

En tanto, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, indicó que las tobilleras electrónicas “funcionan bien”. Según publicó hoy El Espectador, Bonomi aseguró que después de que se presentaran fallas en el funcionamiento de las mismas, la empresa israelí que provee al país el sistema operativo, efectuó un segundo mecanismo de control para el caso de que el primero tenga errores.

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