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CAUSA ABIERTA

‘No hay que casarse enamorado’, afirma sacerdote colombiano

‘No hay que casarse enamorado’, afirma sacerdote colombiano

¿Un cura hablando sobre infidelidad? “Sí, claro”, responde el famoso padre Alberto José Linero, quien acaba de publicar el libro ¿Qué tiene ella que no tenga yo?, cómo vencer a la amante de tu marido, de editorial Planeta.

“No tengo por qué quemarme para saber que el fuego quema”, dice este sacerdote de la comunidad eudista. En sus 19 años de vida religiosa, cuenta, ha conocido y orientado a cientos de mujeres destrozadas por una traición.

Además, aclara, es un estudioso de los problemas de pareja, desde la psicología y las espiritualidades. Y está convencido de que Dios es la mejor receta para los males del corazón. Autor de la publicación religiosa El man está vivo (así llama a Jesús), que circula mensualmente con 300.000 ejemplares en todo el país, de más de 30 libros y presentador de televisión, el padre Linero decidió elaborar este manual.

¿Por qué hay infieles?

Por la lucha entre ley y deseo. A uno le gusta mucho lo que le prohíben. Uno (suele hablar en primera persona) después de conquistar a la persona amada, comienza a fijarse en otras posibles presas. Lo segundo: porque descuidan la relación; creen que ya todo está listo. Y el amor hay que construirlo todos los días.

¿Qué piensa un infiel?

Se es infiel porque se decide serlo. Detrás de eso hay fallas emocionales y psicológicas, inseguridades, carencias en las relaciones, infelicidad e incapacidad de resolver las tentaciones. Hay que revisar cómo fue su infancia, cuál es el modelo de familia que tiene.

¿Quiénes son más infieles, los hombres o las mujeres?

Tenemos la imagen de que los hombres son más infieles. Es así como la cultura los ha vendido. Pero estadísticamente no se puede decir que los hombres son infieles y que ellas no lo son.

¿Qué piensa de los ‘picaflores’?

Es síntoma de inestabilidad emocional. Muchas veces desean sentirse poderosos. Si un hombre dice que está conquistando a otras mujeres, es un héroe. Los hombres queremos ser admirados. El machismo aplaude al hombre que es infiel pero condena a la mujer que lo es.

¿Qué lleva a un hombre a poner ‘cuernos’?

No se puede justificar, la causa primera está en cada quien. Pero suele suceder que tal vez ella aportó algo: mujeres que infortunadamente no cumplen su rol de pareja, que se concentran en ser mamás y se olvidan de ser esposas, que se descuidan físicamente, que reprochan, pelean, cantaletean y hacen lo posible por amargarles la vida a sus esposos. Eso tiende a que él justifique su decisión de ser infiel.

Pero lo mismo les puede pasar a ellas… Hay más de un galán que no tiene una palabra de amor, una flor, un detalle que haga sentir valiosa a la esposa. Ese es un contexto que puede inducir a una infidelidad, pero no es la razón principal. Así como hay hombres mujeriegos, también hay mujeres ‘hombreriegas’.

¿En las mujeres el daño es más contundente?

Evidentemente. La construcción cultural las hace más vulnerables y tal vez frágiles. A los hombres nos enseñaron a ocultar los sentimientos (…). Se dice que ellas involucran más sentimientos en una infidelidad (…). (Ellas) entienden que si tienen otra relación y aman más a otro, tienen que irse. Eso explica por qué los hombres infieles no dejan sus hogares y muchas mujeres infieles sí.

Usted dice: no se case enamorado. ¿A qué se refiere?

No creo que la gente deba casarse enamorada: debe hacerlo amándose, que es diferente. El enamoramiento es una idealización, es fantasía; el amor es realidad. Si me caso enamorado lo hago con la idea que tengo de la otra persona, no con la otra persona. Cuando la gente se casa enamorada ese enamoramiento puede pasar rápidamente, surge un sentimiento de estafa y se puede enamorar fácilmente de otra persona, hay infidelidad y todo se acaba.

¿En qué momento casarse?

Cuando haya un ejercicio de amor verdadero, de conocimiento y aceptación; saber que el otro tiene cosas que no me gustan pero otras que me fascinan y que aun así lo prefiero y quiero ser feliz a su lado, sin depender, pero amando. Si hay amor verdadero, es menos probable que haya infidelidad.

¿En qué casos se puede perdonar una infidelidad?

Cuando la persona está realmente arrepentida. Si justifica los ‘cachos’, seguro lo vuelve a hacer. Que entienda que hizo mucho daño y dé muestras objetivas de su cambio, no solo palabras. Debe florecer el amor y una verdadera experiencia espiritual. No hay que botar la toalla, hay que luchar por la relación y la familia.

¿Cuándo es mejor decir adiós?

Soy un defensor del matrimonio y creo en su indisolubilidad. Que no digan que promuevo separaciones. Pero cuando hay maltrato y violencia, o es la infidelidad 1.500, es mejor decir adiós. Dios quiere que vivamos saludables.
El Tiempo

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