No te desesperes, Julio María

Por Carlos Lemos

El geronte de Julio María Sanguinetti eligió el diario de derecha de Argentina “La Nación” para lanzar una serie de advertencias y vaticinar que pronto los nubarrones volverán a envolver y hundir a América Latina. En realidad su columna de opinión, como lo hace el porteño Jorge Lanata, solo tiene un fin: lanzar un manotazo de ahogado para salvar al Grupo Clarín al cual el 7 de diciembre se la acaba la fiesta.

Hay que reconocer que, para desprenidos, el hombre sigue siendo el mismo maldito de siempre. Da vueltas y vueltas para lograr su propósito. Por eso señala desde el principio que el continente “ha vivido años de gloria”. Chocolate por la noticia, Julio.

El buen hombre que llegó a su primera presidencia tras un oscuro pacto del que nunca habló en serio pese a haber escrito varios libros, explica, como si no se supiera, que desde el año 2003, el viento que sopló desde China no ha dejado de inflar precios internacionales que son el cimiento de este inédito lapso de crecimiento. La crisis de 2008 fue un sacudón momentáneo (el PBI cayó un 2,9% en 2009), enseguida superado por un 2010 y 2011 expansivos (6 y 4%).

Pero enseguida agrega que este año está terminando con números mucho más modestos, que ponen una nota por lo menos de prudencia.

Si, claro, Julio, la economía mundial está pulverizada.

Señala que Brasil que hace dos años creció al 7,5% y el año pasado bajó al 4%, este año ha disminuido sus expectativas, hasta el punto de que sólo se espera un modesto 1,6%, según la última previsión del Banco Central.

La pluma de Sanguinetti le pasa por arriba, olímpicamente, a Europa. Ni una sola referencia a España, Grecia, Portugal, por citar solo algunos ejemplos, de países hundidos y en permanente estallido social. Tampoco se refiere a la maltrecha economía del todopoderoso EEUU.

Qué tipo bárbaro.

Y el hombre sigue: Persiste la estabilidad económica, aunque con nubarrones en el horizonte y una democracia que, pese a sus avances, no termina de alcanzar la madurez deseada. Estos años gloriosos de la bonanza, cuyas mieles han endulzado los consumos populares y engordado el gasto fiscal, comienzan a desvanecerse. Sin traumas, por ahora, pero con la sensación algo frustrante de que la fiesta va llegando a su fin y no quedará mucho para el día siguiente.

¿Engordando el gasto fiscal?.

Ahh, sí. Ahora entiendo, tu te refieres a los platos de comida que se le están dando a los miles y miles de uruguayos que la dictadura y tus dos gobiernos dejaron tirados en los alrededores de las ciudades.

Mirá que sos patético, Julio.

Un día alguien me dijo que solo los desalmados no se deprimen. Es una fija que vos estás recontra salvado de que te agarre un cuadro de angustia.

Para finalizar vas directo al grano. Para eso fue convocado por “La Nación”, socia directa de “Clarín” que apañaron las feroces dictaduras de América Latina.

Remata alertando sobre la baja en el crecimiento económico, el debilitamiento de la democracia electoral y los ataques a la prensa en varios países de la región.

Mirá, Julio, algún día que ni siquiera tus descendientes verán, se sabrá que solo fuiste un camaleón, siempre envuelto en tu traje de abanderado democrático con el cual te paseaste por el mundo en otra época.

Aún está fresco en la memoria tus encuentros con el Rey de España. Sí, el mismo, el cazador de elefantes y mujeriego empedernido.

Algún día, Julio, la historia te condenará. Como hiciste con Wilson y Líber. ¿Te acordás de ellos pedazo de un hipócrita?