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CAUSA ABIERTA

La paliza de Defensor

La paliza de Defensor

Faltaban cinco minutos para que terminara el partido cuando los altoparlantes del Franzini anunciaron que la hinchada local se tenía que quedar a esperar que se retiraran los de Racing. Muchos hinchas violetas se levantaron y se fueron. En ese momento el equipo goleaba 5 a 0 y ellos se iban pipones.

Ya lo habían visto todo: varios golazos, velocidad, vértigo y por sobre todas las cosas una gran actuación de Nicolás Olivera. Ya habían cantado el clásico "¡Nicoooo, Nicoooo!", cuando Olivera fue sustituido por Mario Risso que volvió a jugar tras larga inactividad.

La actuación de Olivera fue espectacular, impresionante, un show aparte. Juega, hace jugar, mueve los hilos del equipo y hace la pausa cuando es necesario. Si juega el "Nico" el partido está robado.

Desde el principio se notó la diferencia entre un equipo y otro. Olivera mandaba en la cancha, mientras que en Racing se notaba la ausencia de Marcelo Sosa, quien por la mañana discutió con el técnico y fue sacado del plantel.

Iban sólo 4` cuando el "Nico" abrió el camino para la goleada con un remate cruzado tras tocar la pelota con Ignacio Risso que ayer fue titular porque el "Chavo" Díaz dejó a Britos en el banco para cuidarlo para el partido frente a Vélez por la Libertadores. Lo mismo hizo con Alemán.

A los 15` "Nacho" recibió gran pase de Olivera, enganchó y remató de derecha marcando el segundo.

Pasaba apenas la media hora de juego cuando el admirador de Bob Marley anotó el segundo de su cosecha y el tercero de Defensor de tiro libre colocando la pelota contra el palo derecho.

Un minuto después echaron a Ramón Arias por dura falta (ya tenía amarilla). Díaz mandó a Federico Pintos al lateral derecho y a Robert Herrara a la zaga. La verdad es que el hombre de menos no se notó en ningún momento. Ni siquiera cuando Racing tuvo un intento de reacción en el segundo tiempo. Justo cuando parecía que Defensor comenzaba a sentir el cansancio del regreso de la altura de Quito.

Pero no, Federico Pintos, que dio una mano donde lo precisaron, anotó de media vuelta el cuarto gol. El quinto fue un rebote que encontró Juan Carlos Amado, que había ingresado. Pastorini anotó el del honor para Racing, al final del partido, pero los hinchas de Defensor no lo vieron. Y poco les importó. Ya se había ido pipones del Franzini.

 

 

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