La revancha del Maestro
Se había ido con mucha pena y muy poca gloria de Argentina. Ese paso por Vélez y su segunda vez en Boca no fueron productivos y hasta amenazaron con borrar lo bueno que había conseguido en su primera intervención, también en el Xeneize, en el fútbol argentino. Pero quedó muy atrás aquel 2002 y la historia del Maestro Tabárez tomó un rumbo justo y feliz y ahora es un técnico de élite. El entrenador, nueve años después, alcanzó la Copa América con su selección. El Maestro llegó al seleccionado en 2006, tras el fracaso de una eliminación en Eliminatorias mundialistas, que le impidió llegar a Alemania. Y desde entonces la historia del seleccionado tomó un rumbo del que hoy nadie quiere bajarse. Para el 2010, la Celeste sufrió y tuvo que ir a un repechaje para meterse en la Copa de Sudáfrica. Pero lo hizo y en Africa fue otra la historia. Allí, Uruguay hizo un torneo memorable alcanzando un cuarto puesto sorprendente. Pero más allá del resultado, el equipo encontró un funcionamiento con hombres que se transformaron en amigos, más que en compañeros. Y el Maestro tuvo mucho que ver en todo eso. Ese cuarto puesto lo postularon a Tabárez como uno de los mejores entrenadores del año. Y tras varias idas y vueltas renovó su contrato para llegar a la Copa América, ya no tanto a la sombra de Brasil y Argentina como en otras épocas.
En el principio de la Copa, Uruguay sufrió más de la cuenta. Pero Tabárez nunca cambió el discurso y siempre, con humildad y mucho trabajo, apostó por un plantel joven, para crecer día a día. Y los jugadores le pagaron con creces. Se clasificaron a cuartos de final y, como se dice, allí era otra la historia. Pasó Argentina, en los penales, y luego Perú. Y Tabárez nunca cambió. Uruguay sí, siguió creciendo hasta llegar al techo, hasta llegar a la cima de la Copa América.
El Maestro planteó el partido como debía hacerlo y no por nada Uruguay venció 3-0 a Paraguay en la final. Premio merecidísimo para un plantel que Tabárez formó con el tiempo y que se adapta a cualquier circunstancia. Si hay que salir a ganar, lo hace, y hoy lo dejó bien en claro.
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