Chile: propietarios de la mina piden perdón
Los dueños de la mina San José comparecieron ante una comisión del Congreso chileno ante la que pidieron disculpas a las familias de los 33 mineros que permanecen atrapados a 700 metros de profundidad desde el 5 de agosto. Los directivos de la minera San Esteban, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, llegaron a eso de las 11:30 horas al Congreso en Valparaíso y permanecieron hasta pasadas las 16:00 horas declarando ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados. Según el colaborador de BBC Mundo en Chile, Rodrigo Bustamante, ambos empresarios comparecieron ante esa instancia con días de retraso, ya que la semana pasada se negaron a asistir aduciendo que tenían otros compromisos. Este martes, informó Bustamante, Bohn ofreció disculpas por el derrumbe, pero insistió en que la empresa contaba con las medidas de seguridad necesarias. "Queremos expresar nuestro más profundo dolor y solidaridad con nuestros 33 compañeros de trabajo y sus familias", alegó el empresario. "Sabemos que nuestro dolor no tiene comparación alguna con su sufrimiento. Si en algo ayuda a mitigarlo, ofrecemos disculpas por estos días de angustia. Queremos subrayar que jamás tuvimos intención de provocar daño alguno a nuestros trabajadores, ni contamos con la información que permitiera prevenir una catástrofe de esta envergadura", agregó.
La comisión investigadora busca determinar las responsabilidades políticas en el registro de supuestas irregularidades que habrían permitido la reapertura de la mina en mayo 2008.
Sobre este punto, Bohn aseguró que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) contó con un "informe geotécnico completo" cuando autorizó la reapertura del yacimiento.
En este sentido, el ejecutivo sostuvo que tras un accidente registrado en 2006, la explotación estuvo once meses paralizada y durante ese tiempo se llevaron a cabo los estudios pertinentes y se repararon las rampas inseguras.
"Lo hemos reiterado: no habríamos enviado trabajadores a la mina si hubiésemos sabido del peligro que esto involucraba", apuntó Bohn, quien descartó haber ejercido presiones para reabrir la mina.
Al concluir su compareciencia, el directivo pidió a la opinión pública que no les prejuzgue "a partir de insinuaciones maliciosas y sin fundamento" y aseguró que la empresa hará uso de todos sus bienes para cumplir con sus obligaciones hacia sus trabajadores y sus acreedores.
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