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CAUSA ABIERTA

Los alces nos podrán ayudar con la osteoartritis

Los alces nos podrán ayudar con la osteoartritis

En los cien años posteriores a que el primer alce se instaló en la Isla Royale estos animales se ocuparon de sus asuntos: mascaron hojas de abeto y evitaron a los lobos. Pero ahora sus huesos tienen algo que decir. Resulta que muchos de ellos tienen artritis. Y los científicos creen que el origen de su trastorno puede ayudar a explicar la osteoartritis humana -por lejos el más común tipo de artritis-, que afecta a uno de cada siete adultos de 25 años y más y está aumentando su prevalencia. Un extraordinario proyecto de investigación que duró 50 años descubrió que a los alces los atacó la artritis debido a una deficiente nutrición en edades tempranas. Esto podría querer decir, afirman los científicos, que en algunas personas la artritis estaría vinculada en parte con deficiencias nutricionales en el útero, y posiblemente en el transcurso de su niñez. Esta conclusión sobre los alces respalda un pequeño pero creciente grupo de trabajos que conectan el desarrollo temprano con enfermedades crónicas como osteoartritis, que actualmente afecta a 27 millones de estadounidenses, 21 millones más que en 1990.La causa exacta de la osteoartritis es continua siendo desconocida, pero generalmente se cree que proviene del envejecimiento y del desgaste de las articulaciones, exacerbados por algunos genes. Las personas con sobrepeso u obesidad tiene un mayor riesgo de sufrir artritis, usualmente atribuido a la carga que soportan sus articulaciones.Pero el trabajo de los alces, junto con investigaciones realizadas en seres humanos, sugiere que el origen de la artritis es más complejo, probablemente influenciado por la temprana exposición a ciertos nutrientes y a otros factores mientras nuestros organismos se están desarrollando.Incluso, el vínculo entre la obesidad y la artritis probablemente vaya más allá de los kilos de más para incluir el impacto que tiene en el cuerpo ingerir alimentos equivocados, señalan los especialistas.Los nutrientes, dicen los expertos, pueden influir en la composición o forma de los huesos, articulaciones y cartílagos. La nutrición puede afectar a las hormonas, el riesgo de inflamación o el estrés oxidativo, incluso como una predisposición genética para que la artritis se exprese o no."Tiene perfecto sentido", dice Joanne Jordan, director del Centro de Investigación de Artritis Thurston en la Universidad de Carolina del Norte. "La osteoartritis comienza mucho antes de que la persona lo sepa, antes de que su rodilla o su mano le duelan. Es muy claro que vamos a tener que empezar a mirar hacia atrás" en "las cuestiones de la vida temprana".Esta investigación podría conducir a medidas nutricionales que las personas puedan tomar para protegerse de la osteoartritis, una condición que a menudo es dolorosa o debilitante, y cuesta miles de millones de dólares sólo en reemplazos de caderas y rodillas."Sería útil saber si las embarazadas están tomando ciertas vitaminas o si hay que complementar su nutrición con tal o cual cosa", dijo David Felson, un experto sobre artritis de la Escuela Universitaria de Medicina de Boston. "El ´tipo´ alce tiene razón en que quizás sea conveniente estudiar el peso u otros factores nutricionales al menos hasta la adolescencia cuando los huesos o las articulaciones se han dejado de formar", agregó.El "tipo alce" es Rolf Peterson, un científico de la Universidad Tecnológica y del proyecto Isla Royale, que se inició en 1958 y que es el estudio "predador y presa" de más larga duración.Por medio año, Peterson y sus colegas son los únicos seres humanos autorizados a permanecer en la isla de 72 kilómetros de largo, parte de un parque nacional. Analizan todo, desde las estrategias de los lobos para cazar alces, hasta las heces. Tras recolectar los huesos de más de 4.000 alces, notaron que de los 1.200 restos que analizaron, más de la mitad tenían artritis, virtualmente idéntica a la de los humanos. Usualmente atacó a las caderas e, instantáneamente, hizo a los alces más vulnerables. "La artritis es una sentencia de muerte por aquí, donde necesitan las cuatro patas", dijo Peterson.Aún más. Los alces con artritis tenían metatarsos pequeños, que indican una desnutrición temprana, y los científicos determinaron que la artritis de los alces surgió en un período en que la comida escaseaba, por lo que sus madres no produjeron leche suficiente. Peterson dijo que si la artritis hubiera sido provocada por el desgaste de las articulaciones de los alces, eso hubiese significado que los períodos de escasez del alimento ocurrieron cuando ya eran adultos, mientras caminaban en busca de plantas comestibles. Pero la artritis de los alces se dio cuando tenían comida en abundancia, en su adultez.Estudiar la nutrición en personas es mucho más complicado que en los alces. Peterson dijo el desarrollo temprano en los alces ocurría en el útero durante 28 meses, pero el tiempo de desarrollo de los humanos se extiende hasta la adolescencia. Algunos expertos dicen que la nutrición prenatal es la más crítica; otros observan el rol de los nutrientes antes y también después del nacimiento.

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