Corrupción: Proveedores de la Marina de Guerra de Uruguay desaparecen como por arte de magia

Tras las investigaciones por las compras fraguadas y la adquisición de las lanchas para utilizar en la misión de paz en Haití pagadas a precios exorbitantes, los proveedores más importantes de la Armada están bajo la lupa de la Justicia. Los hermanos Gustavo y Daniel Trocki, proveedores número uno de esa fuerza han desaparecido de los lugares que frecuentan y en la Armada sospechan que abandonaron el país, según publica el diario El Observador.
Su nombre aparece en la compra ficticia de la grúa hidráulica, según surge en el expediente judicial al que accedió este matutino. La boleta que se falsificó indicaba que el pago de la grúa se haría por transferencia a una cuenta del banco Hapoalim, de Nueva York. Esa cuenta estaba a nombre de uno de los hermanos Trocki. La Justicia investiga si el proveedor participó de la maniobra prestando su nombre para darle veracidad a la adquisición inventada. Además, Gatti solicitó a la DGI la información sobre las empresas proveedoras de la Armada. En este caso, la empresa proveedora de la grúa es una firma argentina que existe pero cuyos datos fueron inventados. En tanto, en el banco de pruebas para motores, compra también ficticia, figura una firma alemana inexistente.
Si bien se aclaró cómo fue la maniobra de las dos compras fraguadas por US$ 600 mil, no se pudo establecer quién falsificó las boletas de compra por lo que la jueza solicitó una pericia caligráfica para ello. Los hermanos Trocki también fueron los proveedores seleccionados por la Armada para la compra de lanchas para Haití. El diputado herrerista José Carlos Cardoso entregó a Gatti el pasado lunes 9 la denuncia para que investigue si hubo irregularidades en la licitación iniciada en julio de 2008. El legislador sostuvo que se trató de una licitación “direccionada” hacia un proveedor en detrimento de otros. Según Cardoso, la Armada designó a la empresa estadounidense Boston Whaler, representada por los hermanos Trocki, en detrimento de un proveedor ruso cuyas lanchas tenían un mejor precio y estaban mejor equipadas para el combate al narcotráfico. Entre los interesados a cotizar se presentaron la Embajada de Corea, la empresa Boston Whaler, la firma Tamasul Rosoboron Export e Igor Svetogorsky en representación de las firmas International Trade Consortim y Ukrspetsexport de Ucrania.