Hizbulá presenta documentos que implican a Israel en el asesinato del ex primer ministro
El jefe del grupo chiíta libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, dio a conocer hoy hechos y fotos, pero no pruebas contundentes, sobre la presunta implicación de Israel en el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri, hace cinco años. Nasralá presentó los documentos en una videoconferencia de prensa que ofreció desde un lugar desconocido, enlazado con una sala del sur del Beirut donde se encontraba más de un centenar de periodistas. El jefe de Hizbulá dio a conocer la identidad de algunos presuntos espías pro israelíes que durante su interrogatorio reconocieron haber desempeñado un papel en varios asesinatos cometidos en el Líbano. Entre esos supuestos espías citó uno, que logró huir, y que se encontraba un día antes en el hotel San George, delante del cual murió Hariri el 14 de febrero del 2005. Un tribunal especial apoyado por la ONU, con sede en Holanda, investiga este crimen, que conmocionó la vida política del país y del que en un principio líderes locales responsabilizaron al régimen sirio, aliado de Hizbulá.
En su intervención, Nasralá se preguntó por qué el tribunal internacional que investiga el magnicidio tomó en cuenta sólo la confesión de algunos agentes y no las de algunos espías.
Dijo que uno de los objetivos del asesinato de Hariri era sacar a los militares sirios del Líbano, donde estuvieron por 29 años, y después culpar a Hizbulá del crimen.
Nasralá incluyó en su intervención imágenes aéreas de aviones israelíes no tripulados que vigilaban el territorio libanés y las rutas tomadas por Hariri en sus desplazamientos, unas tomas de vídeo conseguidas gracias a la "resistencia islámica".
A este respecto, reveló que los combatientes de su grupo lograron infiltrarse en el centro israelí que recogía dichas imágenes y consiguieron que llegaran al mismo tiempo a los centros de Hizbulá, donde fueron analizadas.
Según él, las imágenes tomadas por un avión de espionaje israelí, de tipo MK, sobre los lugares por donde pasaba habitualmente Hariri, indicaban que se trata de la "introducción a la ejecución de una operación".
El jefe del Hizbulá reconoció que sus combatientes no tenían todas las imágenes, pero si se "juntan todos los elementos que existen y se analizan puedan dar resultados", afirmó.
"Israel tiene el poder para cometer la matanza de Hariri", aseguró, y acusó a una tercera parte, sin nombrarla, de "utilizar su sangre para hacer salir Siria" del Líbano y ahora "cercar" a su grupo político.
Insistió en que tenían "informaciones seguras" sobre los movimientos aéreos israelíes antes la matanza de Hariri.
"Estamos dispuestos a abrir nuevos horizontes en las investigaciones. Queremos llegar a descubrir la verdad", enfatizó.
Nasralá dijo que está dispuesto a presentar todos los elementos al tribunal especial internacional que investiga este crimen, en caso de que "no esté politizado", o bien a uno libanés para que se analicen todos los elementos recogidos.
El mismo Nasralá reveló el pasado 22 de julio que había recibido información de que el tribunal especial que lleva este caso acusará del crimen a militantes "indisciplinados" de su grupo, y aseguró que no iba a aceptar esos cargos.
Pero hoy intentó demostrar que hay indicios que señalan la posible implicación de Israel, una hipótesis que se maneja ahora por primera vez.
El tribunal especial anunciará en los próximos meses quién o quiénes pudieron ser los asesinos de Hariri, y en el Líbano se teme que, si se confirman las sospechas de que militantes de Hizbulá pudieron estar involucrados, habrá riesgos para la estabilidad política.
Rafic Hariri, cinco veces primer ministro del Líbano y padre del actual jefe de Gobierno, Saad Hariri, fue asesinado en Beirut en un atentado con coche bomba en el que murieron además otras 22 personas, entre ellos el ex ministro Bassel Fleijan.
Su asesinato y las acusaciones de que Siria podría estar detrás del crimen derivaron en la retirada siria del Líbano a causa de las presiones libanesas e internacionales.
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