Los científicos buscan en el océano las claves del calentamiento
Las temperaturas están aumentando lentamente en los remotos y glaciales abismos de las profundidades del mar. No mucho, pero el cambio es significativo y se extiende a lo largo de las vastas profundidades del océano, agravando el aumento del nivel del mar y augurando posibles impactos aún mayores para la humanidad y el planeta. Aunque los científicos todavía no están seguros de si este calentamiento está causado por el cambio climático, tratan de saber más sobre lo que está sucediendo, ya que la capa que empieza aproximadamente 2 kilómetros bajo la superficie del mar representa casi la mitad de las aguas oceánicas del mundo y juega un papel clave en la regulación del clima del planeta.
"Hace más o menos una década teníamos la imagen en nuestras mentes de que las profundidades oceánicas eran más bien estables y que las cosas no cambiaban mucho allí", dijo el oceanógrafo Steve Rintoul, del organismo de ciencia e investigación CRIRO, apoyado por el Gobierno de Australia.
"Lo que ha cambiado en la última década es que hemos empezado a acumular suficientes mediciones como para demostrar que hay cambios generalizados en las profundidades oceánicas. Y estos incluyen el notable calentamiento generalizado de las capas más profundas del océano", dijo a Reuters desde Hobart, Tasmania.
El agua se expande a medida que se calienta y esto, junto al derretimiento de los glaciares y los casquetes polares, constituye una de las grandes causas del crecimiento del nivel del mar.
Los mares están creciendo una media de 3 milímetros al año, pero algunos estudios sugieren que su nivel podría aumentar hasta un metro para 2100, inundando las costas.
"El almacenamiento de calor es importante, porque en los últimos 50 años aproximadamente un 90 por ciento del calor adicional almacenado por la tierra se ha encontrado en el océano", dijo Rintoul. Las profundidades de los océanos absorben entre el 10 y el 20 por ciento se este calor.
Los científicos dicen que esos niveles extra de calidez se dan debido a los gases de efecto invernadero liberados por actividades como la agricultura, la deforestación y la quema de combustibles fósiles.
El calentamiento de las profundidades oceánicas se ha registrado cerca de la Antártida y el Atlántico norte.
Éstas son las dos regiones en las que el agua salada muy fría se hunde en un movimiento que da impulso a una circulación global de corrientes oceánicas y regulan el clima.
El agua que se hunde cerca de la Antártida se dirige al norte hacia diferentes cuencas oceánicas. Podría llevar décadas que ese agua pueda regresar a la superficie.
"Estamos percibiendo un calentamiento, pero sólo hemos observado este patrón durante una o dos décadas", dijo Gregory Johnson, oceanógrafo de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos.
El científico se refirió a las dificultades para realizar mediciones en las profundidades oceánicas, que han complicado la tarea de tomar muestras.
"Cuando vamos a tomar estas muestras, detenemos el barco y bajamos el instrumento hasta el fondo y lo traemos de vuelta a la superficie. Es como ir hasta el otro lado del océano a paso lento porque pasas más de la mitad del tiempo detenido y tomando muestras", dijo Johnson.
El científico dijo que la tasas de calentamiento observadas en las capas profundas del Océano Sur, entre Australia y la Antártida, eran de 0,03 grados centígrados por década.
"Parece (una cifra) muy pequeña pero en realidad es una enorme cantidad de consumo de energía. Comparado con la tasa global de consumo de energía de la humanidad, se registra tres veces esa tasa en las profundidades del océano", dijo a Reuters desde Seattle.
"Eso equivale aproximadamente a cuatro bombas de Hiroshima cada cinco segundos, o cinco secadores de pelo para cada uno de los 6.800 millones de personas que habitan el planeta funcionando de forma continua", explicó.
En algunas zonas, como en el sur, se han tomado más muestras que en otras.
Y lo que los científicos han descubierto es preocupante.
El agua que se está hundiendo cerca de la Antártida está volviéndose más fresca y por lo tanto menos densa, aunque no queda claro si esto conducirá a cambios a largo plazo en el ritmo de las corrientes oceánicas profundas.
Los cambios en los patrones eólicos también están haciendo que llegue a la superficie más agua profunda y rica en carbono.
Los océanos son una gran "cuenca" de carbono que absorbe grandes cantidades del principal gas invernadero, el dióxido de carbono, incluyendo aproximadamente una cuarta parte de todo el CO2 liberado por la actividad humana.
Los océanos almacenan aproximadamente 50 veces el CO2 de la atmósfera. Y la mayor parte de éste es almacenado en aguas oceánicas intermedias y profundas.
"Hay enormes cantidades de carbono almacenadas en esas aguas por debajo de los 2.000 metros", dijo Bernadette Sloyan, de la división de Investigaciones Marinas y Atmosféricas de CSIRO en Hobart.
"Y el cambio de temperatura varía la capacidad del océano de retener y almacenar ese carbono como reserva", señaló.
Las emisiones de combustibles fósiles de la humanidad equivalen aproximadamente a 6.000 millones de toneladas de carbono al año, una fracción de los 38 a 40 billones que se estima están almacenadas en las capas oceánicas intermedia y profunda.
Actualmente, mientras el mar libera naturalmente dióxido de carbono en las corrientes ascendentes cerca de la Antártida y en algunas zonas de los trópicos, en general los océanos del mundo absorben más de lo que liberan.
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